OPINIÓN

Carta de Protesta redactada por el Claustro de profesores del IES Brianda de Mendoza de Guadalajara

Viernes 03 de julio de 2020
ALARMANTE INICIO DE CURSO

Cuando nos levantamos cada mañana, nos parece estar viviendo dentro de una mala película de ciencia ficción, en la que unos extraterrestres intentan lavarnos el cerebro. Las noticias contradictorias se vienen sucediendo sin tregua en los últimos meses, justo cuando la pandemia de COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de una información de calidad. Y ahora que el curso escolar ha llegado a su fin, a la incertidumbre sobre lo que va a suceder en los meses de verano, se une una verdad aún más inquietante: no se están tomando medidas efectivas para preparar a los centros educativos para reducir el riesgo de rebrote. La falta de preparación podía entenderse al comienzo; ahora, tras tres meses y medio de trabajo a distancia, no hay excusa.

De hecho, queremos hacer pública nuestra alarma al conocer los datos de inicio de curso proporcionados en el claustro de profesores del día 30 de junio. Por poner sólo un ejemplo, en nuestro centro, el IES Brianda de Mendoza, los alumnos de 2º de ESO van a estar hacinados en clases de 33 alumnos (más el profesor), es decir, en grupos más numerosos que en el curso 2019-2020; en estas condiciones, será difícil respetar la distancia mínima de 1,5 metros entre personas. Nuestras aulas, y las de la mayor parte de los centros, en nada se parecen a las que nos muestran en los telediarios.

Esto significa que no sólo no se están tomando medidas para mejorar las ratios alumnos/profesor de años anteriores y hacernos más fuertes frente al coronavirus, sino que se están produciendo recortes de plantilla que conducen a una masificación peligrosa de las aulas. Y ello cuando la OMS y las autoridades sanitarias alertan del riesgo de rebrote en los próximos meses. En este tiempo ya hemos visto las dificultades de la enseñanza a distancia: ni con todos los dispositivos electrónicos del mundo se puede comparar a la enseñanza presencial. Queremos volver a las aulas, pero queremos hacerlo de la manera más segura para nuestro alumnado y nuestras familias.

En su carta de agradecimiento enviada a los centros educativos estos días, la Consejera de Educación, Cultura y Deportes dice textualmente “Esta pandemia nos ha enseñado y ha hecho evidente la importancia de la Educación. Pondremos medios para atajar la brecha digital y para apoyar al profesorado y alumnado con el fin de conseguir la absoluta igualdad de oportunidades y demostrar nuestra competitividad.” Nuestra pregunta es, ¿qué se va a hacer, aparte de señalizar pasillos, escalonar entradas y salidas o parcelar el patio en los recreos? Porque donde convivimos seis horas todos los días es dentro del aula, ¿con 33 alumnos?

Sabemos por los medios de comunicación del debate suscitado sobre el reparto entre las comunidades autónomas del fondo no reembolsable para afrontar el gasto por la pandemia de coronavirus. De los 16.000 millones de euros del fondo, finalmente se van a destinar 9.000 millones a sanidad, 5.000 millones a la recuperación económica y 2.000 millones a educación. Otra pregunta incómoda, ¿dónde van a ir a parar estos últimos 2.000 millones?

El profesorado y las familias de alumnos del IES Brianda de Mendoza nos negamos a ser cómplices de lo que consideramos un atentado contra la salud pública, además de la vulneración del derecho a una educación pública digna.

Otros Centros de Secundaria de Guadalajara y provincia nos han hecho llegar su preocupación, se encuentran en la misma o incluso en peor situación y muestran su conformidad con lo expuesto.

Firmado por el Claustro de Profesores y el AMPA “Claudio Pizarro” del IES Brianda de Mendoza (Guadalajara) y la Asociación de Directores de Institutos de Guadalajara, ADIG





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