Redacción | Sábado 10 de octubre de 2020
La reja del parque de Adoratrices de Guadalajara, que data del siglo XIX y fue declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento en 1993, ha quedado restaurada gracias al programa del 1,5% Cultural del Ministerio Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
La obra de restauración de la verja y zócalo del Panteón de la Condesa de la Vega del Pozo tuvo que ser parada debido al estado de alarma y, tras retomarse, ha finalizado, por lo que ha quedado restaurado por completo este elemento del patrimonio histórico-artístico de la capital alcarreña.
Esta verja constituye un elemento excepcional dentro de la cantería y rejería del siglo XIX y fue proyectada por uno de los más importantes arquitectos del momento, Ricardo Velázquez Bosco, quien, por encargo de la Condesa de la Vega del Pozo y duquesa del Sevillano, creó este conjunto, integrado por esta verja y el panteón.
La verja se extiende a lo largo de 218 metros lineales y cuenta con adornos del lenguaje clásico, plateresco o renacentista, que sobresalen de los paños pétreos, de los escudos en relieve o de las flores.
El elemento más singular de toda la extensión de la verja es la puerta de acceso al Parque de las Adoratrices, que consta de cuatro pilastras iguales.
Su recuperación era necesaria por el mal estado que presentaba y por "la importancia patrimonial y extraordinaria calidad atesora", ha resaltado el alcalde de Guadalajara.
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