Sigüenza vive hoy un día de San Vicente, patrono de la ciudad, nostálgico y especial. San Vicente Mártir es el patrono de Sigüenza puesto que la ciudad fue reconquistada en 1124, el 22 de enero, cuando se celebra su onomástica. Según la tradición, al tercer asalto, tropas castellanas al mando del obispo Don Bernardo de Agén tomaron el castillo seguntino.
Algunas de las tradiciones más queridas de esta fiesta, como la hoguera, el despacho de las rosquillas del Santo en el número 5 de la Travesaña Alta, el sonido de la dulzaina y el tamboril en las calles y en el certamen dedicado a José María Canfrán, o la procesión del Santo por el casco antiguo, no pueden ser este año como de natural deberían. “Aunque quizá por eso las estemos viviendo con más intensidad emocional que nunca”, afirma José Antonio Arranz, concejal de Turismo del Ayuntamiento de Sigüenza, y dulzainero de la Cofradía de San Vicente.
La celebración ha quedado reducida únicamente al oficio religioso, presidido por el obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, que han concelebrado junto al prelado los dos abades de la Cofradía y párrocos de San Vicente, Jesús de las Heras y Juan Antonio Marco. El aforo de la maravillosa Iglesia románica de San Vicente se ha limitado a un 40%, según indica la normativa antiCOVID19 vigente, respetándose en todo momento la distancia de seguridad. Este año no se han vendido las rosquillas del santo, bendecidas por el abad, en la Travesaña Alta, 6. Sin embargo, Irene Gómez, dueña de la pastelería Los Gustos de Antes que las hornea estos últimos años, ha propiciado que la tradición se pudiera cumplir allí mismo, en su establecimiento, en una ceremonia íntima. Se han elaborado 9.000 unidades, 750 docenas, de las que ya quedan muy pocas.
Mañana, se celebrará la misa en honor a los hermanos difuntos, si bien cabe señalar que este año no ha habido ninguna baja en la hermandad, de manera que no sólo se mantienen los 132 cofrades, sino que mañana ingresan tres cofrades más.
Pese a lo especial de este año, la Cofradía de San Vicente si va a cambiar de Hermano Mayor. Javier Hervás Cuevas le cederá el cetro a su hermano, Pedro Hervás Cuevas. “Nos inscribió mi padre cuando éramos niños, y es una gran alegría que haya podido ver a sus tres hijos tomar la insignia de la Cofradía”, señalaba esta mañana. Precisamente porque este año ha estado condicionado por la pandemia, “pedimos al santo que nos proteja y nos permita festejarlo con la alegría merecen Sigüenza y San Vicente”.
Para Jesús de las Heras, en 2021, más que nunca, la fiesta de San Vicente tiene que significar lo mismo que su nombre, victoria. “Estamos llamados, como él, a resistir. Y, en él, encontramos la referencia de lucha y de superación. Dice el Salmo 125 que los que sembraban con lágrimas, cosecharán entre cantares. Y eso mismo digo yo en este día que tiene que es una apuesta por la esperanza y por la victoria”.
Mientras tanto, el Ayuntamiento ha acercado la festividad, y con ella el IX Centenario, a los niños, con propuestas para que conozcan y se impliquen en la historia de la ciudad, y ha entregado un cartel conmemorativo y atemporal a todos los comercios que se mantienen abiertos para mantener viva la llama de San Vicente en 2021 y para encender la del IX Centenario, que llegará en 2024.
María Jesús Merino, alcaldesa de Sigüenza ha encabezado la delegación municipal que ha estado presente en la misa. “Celebramos un San Vicente diferente, en el que hemos podido degustar las rosquillas, de otra manera, en el que sólo hemos tenido la misa, sin poder encender la hoguera, ni vivirlo rodeados de nuestra gente, como nos gusta a los seguntinos. Pero quiero ser positiva, mirar hacia el futuro, y ver la luz al final del túnel que es el IX Centenario. Pido a los seguntinos que aguantemos este último tramo de la pandemia, con responsabilidad y cumpliendo de manera estricta las normas para doblegar la curva de contagios, para así poder empezar a celebrar ya, con actividades de todo tipo, la efeméride en la que el día 22 de enero de 2024 será el referente principal”.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Sigüenza hace, una vez más, un llamamiento a la prudencia y a la responsabilidad para doblegar la curva de contagios, cumpliendo el toque de queda, no reuniéndose fuera del núcleo de convivencia familiar, respetando el cierre perimetral, la distancia de seguridad con otras personas, con el lavado de manos con gel hidroalcohólico y con el uso de mascarilla siempre.