La crisis del Covid-19 no sólo ha supuesto un problema social, sanitario y económico a gran escala, sino que también ha afectado de manera específica al equilibrio entre vida y trabajo entre hombres y mujeres, agravando la de por sí elevada brecha salarial y, de manera singular, cebándose con ellas en el desempleo y el reparto de responsabilidades familiares.
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) muestra las enormes diferencias en el empleo entre mujeres y hombres en Castilla-La Mancha coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Igualdad Salarial.
Asimismo, CSIF rinde homenaje de manera singular a las mujeres que, con todas las dificultades añadidas que suponen las tradicionales desigualdades y situaciones de discriminación, están en primera línea luchando en esta crisis y velando por la salud, las prestaciones y los servicios que recibe la ciudadanía: profesionales de la sanidad, maestras, administrativas, cajeras de supermercado, trabajadoras del campo, trabajadoras de todos y cada uno de los sectores productivos que han sido golpeados por la crisis.
BRECHA SALARIAL
Las mujeres en Castilla-La Mancha cobran 3.995 euros menos que los hombres, con un salario medio anual de 15.916 euros. Así se desprende de los datos del Mercado de trabajo y pensiones que elabora la Agencia Tributaria con datos de 2019, que revela que esta diferencia es la más alta de toda la década.
Además, las mujeres cobran menos que los hombres en todos los sectores de actividad. En agricultura, que tiene el salario medio más bajo, las féminas perciben 2.946 euros menos que los hombres, una diferencia que alcanza su punto máximo en las entidades financieras y aseguradoras, con 10.992 euros menos al año.
DESEMPLEO
Las mujeres siguen estando discriminadas en el acceso al empleo; según la última Encuesta de Población Activa, la ocupación de ellas es un 18,5 por ciento menor en Castilla-La Mancha. Según los mismos datos, la precariedad laboral también se incrementaba: la contratación temporal aumentaba 1,8 puntos porcentuales respecto al último trimestre de 2019, mientras que la contratación indefinida bajaba un 2,4 por ciento en el mismo periodo.
También crecía el número de mujeres en paro, que subía un 8,5 por ciento hasta situar la cifra total de desempleadas en 104.700 en la región. Por otra parte, si se observa la distribución por rama de actividad se comprueba que las mujeres son mayoritarias en cuatro de las más golpeadas por la crisis en términos de empleo: Hostelería, Administrativas, Servicios y Actividades de los hogares.
TEMPORALIDAD
El mercado laboral precarizó a la mujer. La Estadística de contratos que publica el Ministerio de Trabajo y Economía Social detalla que durante 2020 sólo el 4,4 por ciento de los contratos firmados fueron indefinidos en la comunidad autónoma. Se llegaron a formalizar 107.190 contratos de obra y servicio, y de ellos el 32,7 por ciento fue a jornada parcial; las mujeres también firmaron 143.367 contratos eventuales por circunstancias de la producción, con el 42,3 por ciento de jornadas parciales. En los contratos de interinidad, otra modalidad de relación contractual temporal, se reflejaron 26.894 contratos.
Por todo ello, CSIF reclama:
- Incluir en los planes de reconstrucción medidas específicas contra la situación de desigualdad de las mujeres, incluida la brecha salarial.
- Que se cumpla/ vigile el cumplimiento del Real Decreto 902/2020, de 13 de octubre, de igualdad retributiva entre mujeres y hombres.
- Incorporar la perspectiva de género en las negociaciones de los convenios colectivos, prestando especial atención a las retribuciones.
- Mejorar la representación de la mujer en los puestos de responsabilidad.
- Fomentar la corresponsabilidad para que la conciliación sea compartida entre mujeres y hombres y no penalice a las mujeres.