Redacción | Miércoles 10 de marzo de 2021
Estimado Presidente:
No es necesario recordarle la dramática situación en la que se encuentra el sector de la Hostelería. No es preciso reiterarle que muchos de los establecimientos no volverán a reabrir. Es inevitable incidir en que el sector precisa de un plan integral de rescate para sobrevivir, sin que ello sea óbice para reconocer el esfuerzo realizado por el Gobierno Regional en las últimas semanas.
En definitiva, no es obligatorio, pero sí conveniente, volver a expresar, esta vez por escrito, la necesidad de que defienda, si cabe, con un mayor ahínco a este sector que tanto aporta a la economía y el trabajo regional.
Hemos soportado, con resignación, que se nos culpabilice y penalice con restricciones y hasta suspensiones de nuestra actividad, todo ello, sin haberse acreditado razonablemente por la autoridad sanitaria que nuestros establecimientos eran merecedores de dichas medidas y que las mismas han guardado la proporcionalidad exigida en derecho.
Dicho lo anterior, se acercan fechas muy importantes para el turismo y la hostelería. A nadie se le oculta el duro golpe económico que supondrá para nuestra región en general y para algunas ciudades y pueblos en particular no solo la no celebración de la Semana Santa, sino también el cierre perimetral de las Comunidades Autónomas que se viene anunciado en las últimas fechas.
Por un momento, imaginemos cómo las empresas hosteleras van a poder sobrevivir a una nueva suspensión de la Semana Santa, especialmente en aquellas localidades donde por ser fiesta de interés turístico internacional, nacional o regional, se llenaban de turistas y visitantes. ¿Podrán soportar los hosteleros de Cuenca o Toledo una nueva pérdida de facturación, tras un año de pandemia que literalmente ha arrasado su actividad turística?
Somos conscientes de que en el difícil equilibrio entre la protección de la salud pública y la economía prima lo primero y, si los expertos opinan que es preciso mantener cerradas las Comunidades Autónomas, la hostelería en general y las de las zonas turísticas en particular sufrirá un nuevo y serio varapalo.
Esta situación, se verá agravada por un posible adelanto del toque de queda a las 22:00 horas con un más que probable cierre de los locales de hostelería a las 21:00 horas, así como, la limitación a cuatro personas de los grupos.
Si así fuera, la hostelería de nuestra región volvería a dar un paso atrás cuando nos estamos recuperando de semanas de cierre y todavía seguimos con una limitación de aforo en interiores al 50% y sin servicio de barra.
Nosotros somos turismo de interior y naturaleza, la temporada estival no es precisamente nuestro fuerte, por ello, necesitamos que si la expansión del COVID-19 lo permite nuestra región se abra. De no ser posible, es necesario que se mantenga el actual horario del toque de queda y de cierre de los establecimientos de hostelería y con ello aportar oxígeno a nuestros establecimientos.
Si los castellanos-manchegos no podemos salir de nuestra región, si como parece desde la Dirección General de Turismo se va a poner en marcha una campaña para animar a visitar nuestra tierra, no tiene ningún sentido obligar a los ciudadanos a que se recluyan a las 22:00 horas en sus domicilios o en las habitaciones de los establecimientos de hospedaje.
Créanos Sr. Presidente, a la hostelería de Castilla-La Mancha no le sobra nada, es más, está ávida de trabajar en unas condiciones de mínima rentabilidad y desde luego no puede permitirse el lujo de prescindir del servicio de cenas y cerrar sus locales a las 21:00 horas.
Por lo demás no es preciso recordarle que es el Presidente de todos los castellano-manchegos, incluso de los “malvados” hosteleros. Algunos pensarán que solo tenemos la vista puesta en la caja registradora, pero cabe recordar que también somos ciudadanos, que tenemos hijos, padres, abuelos, que, en definitiva, tenemos familia, que podemos enfermar e incluso que podemos tener un fatal desenlace.
Sr. Presidente, la salud de todos y la nuestra nos preocupa mucho, pero estamos convencidos de que existe un punto de convivencia entre su protección y el mantenimiento, al menos, de una “línea de vida” que nos permita sujetar nuestros establecimientos y nuestros niveles de empleo hasta que recuperemos la normalidad.
Sabemos de las dificultades, ésta es una situación sobrevenida que nos ha pillado a todos con el paso cambiado, pero aparte de la salud física, también son importantes la salud social y la salud económica.
Por todo ello, le pedimos que el Gobierno Regional se realice en donde proceda una defensa de los intereses de nuestro sector para que durante la próxima Semana Santa no volvamos a dar pasos atrás que, para muchos, serían irreversibles.
Sin otro particular aprovecho la ocasión para enviarle un cordial saludo.
Fdo. José Crespo García.
Presidente
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas