Redacción | Jueves 15 de abril de 2021
El concejal Jon Parra, a la sazón monitor del club privado de Fútbol Sala de Pozo de Guadalajara, accedió a las instalaciones del centro público haciendo uso de una llave que tenía en su poder de años anteriores, a pesar de la negativa dada por el Centro Escolar; que no lo consideró oportuno este año debido a la situación sanitaria y a la procedencia de la mayoría de miembros del equipo, de 17 municipios diferentes. Las pistas de entrenamiento habituales se encontraban cerradas por obras y el monitor tomó la decisión por su cuenta y riesgo, sin consultar a nadie en el Ayuntamiento o el Centro Escolar
Desde el Ayuntamiento de Pozo de Guadalajara consideran “gravísima” la actuación del concejal y estudiarán medidas legales. “La seguridad de los vecinos, especialmente de los niños, es prioritaria en época de pandemia, este tipo de infracciones son completamente intolerables y más viniendo, supuestamente, de un representante político”.
De por sí, consideran inaudita la propia invasión de un espacio de propiedad municipal sin permiso para el desarrollo de una actividad privada, pero máxime cuando la propia junta directiva del centro le había trasladado ya su negativa. Sólo se permite la utilización de las instalaciones a alumnado que curse sus estudios en el centro. Sin embargo, frente a los 47 jugadores de Pozo de Guadalajara, hay 61 de otros 17 municipios.
El Ayuntamiento siempre ha ofrecido su colaboración al club, que aun siendo privado hace uso de las instalaciones municipales y recibe subvención desde hace años. No obstante, la prioridad en estos momentos es la salud y la tranquilidad de docentes, trabajadores y alumnado del centro, así como de las familias.
Así, desde la corporación municipal se muestra consternación ante los hechos perpetrados supuestamente por el concejal Jon Parra, así como su actitud a raíz del incidente en redes sociales. De momento, el Ayuntamiento ha puesto en manos de sus letrados las manifestaciones vertidas en redes sociales por el concejal Jon Parra y las presuntas calumnias vertidas hacia el máxime responsable del Ayuntamiento, el alcalde Teodoro Baldominos.
No obstante, recuerdan también que no es la primera vez que el concejal extralimita sus funciones y hace uso indebido de su autoridad como representante político.
Y es que hace poco más de un año, precisamente, solicitó la reparación de las trompetas del marcador electrónico del polideportivo a una empresa sin tener autoridad alguna para hacerlo, ni seguir ningún proceso legal, por un montante de aproximadamente 500 euros. La empresa realizó los trabajos sin consultar con nadie del equipo de Gobierno o del Ayuntamiento, que obtuvo conocimiento solo al recibir la factura y tuvo que hacerse cargo.
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