Cerca de medio millar de personas han asistido como público a los espectáculos callejeros que se programaron desde el jueves al sábado en diferentes escenarios del municipio
Redacción | Lunes 24 de mayo de 2021
Un hombre discapacitado irrumpe en el escenario caminando con ayuda de una muleta ortopédica y una maleta en la otra mano. De improviso, se presenta a los músicos. El público contempla atónito la escena y parece no entender nada. Extrae la caña regulable del pie del apoyo para quedarse únicamente con la empuñadura que, con la abrazadera de antebrazo, convierte en una improvisada flauta travesera. De la que brotan sonidos melódicos y armoniosos. Y los espectadores no dan crédito. Así daba comienzo el pasado jueves el espectáculo ‘¡¡¡Reciclashhhh!!!’ que alzaba el telón del IX Festival de Primavera de Yebes y Valdeluz. Conducido de forma magistral por Josema Pizarro, ex del Cirque du Soleil y flautista de ‘Mago de Oz’ acompañado por Los Fanáticos del Cachivache. Un peculiar ecoconcierto por el que desfilaron los instrumentos más rocambolescos. Desde una dulzaina hecha con una zanahoria hueca hasta una gaita playera con un flotador de improvisado fuelle, un tubófono fabricado con tubos corrugados y tocado con un par de chancletas o una simple jeringuilla de la que salían sonidos delicados y dulces.
Tras más de un año de sequía, que el pasado año tuvo un paréntesis con los conciertos al aire libre de ‘Un Verano Excepcional’, la celebración del IX Festival de Primavera de Yebes y Valdeluz ha permitido a los vecinos de Yebes y Valdeluz el reencuentro con la cultura y los espectáculos de calle, “por los que han demostrado siempre mucho afán y entusiasmo”, valora Miguel Cócera, alcalde de Yebes. Que en esta edición ha llegado en un formato reducido debido a las medidas de seguridad impuestas por la pandemia, “lo que no ha restado un ápice de calidad a la programación ni a la respuesta incondicional del público”, afirma Juan Antonio Perojo, concejal de Cultura. Que vibró, rio, se emocionó, disfrutó, bailó y cantó con las actuaciones, que han abarcado desde la narración oral y el musical de calle hasta el ecoconcierto de reciclaje instrumental, la magia y las manualidades. Han sido media docena de eventos que se han sucedido a lo largo de tres días y desde el primer momento “se percibió que el público estaba ansioso de reencontrarse con la cultura”, señala el edil.
Una función vibrante y dinámica, por momentos enternecedora, cargada de simbolismo y que consiguió la complicidad del público. Al que mantuvo en vilo con los continuos guiños a la participación, sobre todo, de los espectadores más jóvenes. Así fue el espectáculo ‘El Librófono’ que la actriz Alicia Moreno puso en escena el viernes en el auditorio del Parque de la Paz y los Derechos Humanos de Valdeluz. Que encarnó a Macaria, una reportera literaria que, con la colaboración de un peculiar terminal telefónico, se comunicó con autores de la talla de Gianni Rodari o Hans Christian Andersen. Macaria se metió al respetable en el bolsillo con los cuentos de ‘Juan Cabezota’ y el emocionante ‘Retrato de Olvido’, con la historia de ‘La mariquita Antoñita’ y, sobre todo, con la adaptación del relato de ‘Malena Ballena’ de Davide Cali, una historia de autoestima que tiene como protagonista a una niña pasada de kilos y es toda una invitación a superar los complejos, y con un puñado de divertidos acertijos originales de Pedro Mañas.
El sábado Potato Omelette Band se encargaba de cerrar este IX Festival de Primavera con un show la mar de divertido, refrescante, original y de ritmo trepidante, que transcurre en ‘Isla Musical’, un islote de apenas cinco metros cuadrados. Que puso en pie al público que se congregó en la Plaza Mayor de Yebes, que coreó muchas de las canciones, acompañó con palmas los sketches y terminó bailando al son de la música de este peculiar dúo que lleva la sonrisa por bandera y el compás y la melodía como identidad. ‘Ah! isla2’ es un montaje desenfadado, contagioso e hilarante en el que se suceden las situaciones más surrealistas. Con una imaginación a raudales y que encadena un sinfín de escenas ocurrentes y creativas en las que el público tiene un papel esencial. Ya sea con un mando a distancia o con el popular juguete del mono tamborilero convertido en metrónomo. Detrás de la señora Huevo y el señor Patata están los músicos Laura Nadal y Gerardo Yllera, con una larga trayectoria profesional a cuestas.
El programa de este tradicional homenaje a la cultura callejera se completó con un taller de manualidades donde niños de seis a doce años confeccionaron multitud de marcapáginas, además de la actuación del mago Dyvad, un alumno aventajado de la Escuela de Ana Tamariz que la lió parda en la carpa del Centro Cultural ‘Valdeluz’ con sus sorprendentes y divertidos trucos de ilusionismo y la inestimable colaboración de los niños. Desde el Ayuntamiento de Yebes se confía en conmemorar el próximo año la décima edición del Festival de Primavera con la vuelta al formato original y una programación excepcional con multitud de sorpresas. “Será una semana entera de espectáculos culturales y manifestaciones artísticas para todos los públicos y gustos con la que recuperaremos el tiempo perdido”, avanza Juan Antonio Perojo.
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