La máxima intensidad de esta lluvia de estrellas será la noche del jueves al viernes y la Agrupación Astronómica de Guadalajara recomienda contemplar este fenómeno astronómico con responsabilidad, en familia y sin aglomeraciones
Redacción | Miércoles 11 de agosto de 2021
Aunque no son ni por asomo la lluvia de estrellas de mayor actividad, distinción que le corresponde a las Cuadrántidas de enero y las Gemínidas de diciembre, sí son con diferencia las más populares. La noche de este jueves 12 al viernes 13 las llamadas ‘lágrimas de San Lorenzo’ alcanzan su máxima intensidad con un ritmo de precipitación de cincuenta a 100 meteoroides por hora. Las Perseidas son visibles a simple vista entre el 17 de julio y el 24 de agosto en el hemisferio norte y su elevada frecuencia, junto con las favorables condiciones climatológicas para la observación, hacen de este evento una de las noches astronómicas más mágicas y esperadas del año.
“Al igual que el pasado año, hacemos una llamada a la responsabilidad para disfrutar de este espectáculo sin aglomeraciones y con escrupuloso respeto a las medidas de seguridad”, recomienda Antonio García-Blanco, presidente de AstroGuada, que recuerda que la provincia de Guadalajara dispone de cielos y emplazamientos privilegiados para contemplar las Perseidas con garantías.
Esta noche, la Tierra atraviesa la zona más espesa de la estela dejada por el cometa Swift-Tuttle en su última aproximación al Sol en 1992. Restos del tamaño de la cabeza de un alfiler o un grano de arena penetran en la atmósfera terrestre a más de 200.000 km/h y alcanzan hasta 6.000º C de temperatura en una fracción de segundo por fricción con los gases atmosféricos. Ese contacto provoca su desintegración y la aparición fugaz de los característicos destellos luminosos a entre ochenta y 100 kilómetros de altura sobre nuestras cabezas. Si hay suerte y alguno de esos diminutos fragmentos tiene el diámetro de un garbanzo, en lugar de un meteoro aparecerá en el firmamento una estela mucho más brillante y prolongada, conocida como ‘bólido’.
Este año, varios miembros de la Agrupación Astronómica de Guadalajara asistirán a las ‘quedadas’ que ha organizado el Centro de Interpretación Turística de la provincia de Guadalajara (CITUG) en Torija, así como a la cita que ha preparado el Ayuntamiento de Alcocer en los jardines de la catedral de La Alcarria, a la que también acudirán varios monitores Starlight que participaron en el curso celebrado en Sigüenza.
Las condiciones para observar el espectáculo que las Perseidas dibujan en el cielo son excepcionales a lo largo de esta semana pues llegan pocos días después de la Luna nueva del 8 de agosto, así que nuestro satélite no hace acto de presencia durante la noche. “No obstante, la Agencia Estatal de Meteorología anuncia para hoy y mañana una persistente calima de polvo en suspensión en la zona centro de la Península Ibérica, que podría dificultar la visión de estos destellos fugaces”, advierte García-Blanco. Todas las lluvias de meteoros tienen un único y aparente centro de origen, un punto del que parecen surgir en el firmamento. Esa zona se denomina ‘radiante’ y su localización se emplea para bautizar este fenómeno astronómico. En el caso de las Perseidas, esa dirección de la que parecen proceder los meteoroides se sitúa en la constelación de Perseo, descubrimiento que se le atribuye a Edward Herrick en 1837, un librero aficionado a la astronomía que fue el primero en catalogar la periodicidad anual de esta lluvia de estrellas en torno al 9 de agosto, en las vísperas de San Lorenzo, e intuyó que el origen de esta lluvia podría estar en los restos de un cometa o un asteroide.
Carretera y manta. Es lo único que se necesita para observar cómodamente y con garantías la lluvia de las Perseidas.
Al alejarse de la contaminación lumínica de las ciudades y cascos urbanos, hay que elegir un cielo lo más oscuro posible y sin obstáculos a la vista. Una vez encontrado, basta con extender una manta en el suelo o echar mano de una hamaca, una colchoneta o una tumbona. La constelación de Perseo se localiza en el horizonte norte y forma un triángulo junto con Casiopea y Andrómeda, aunque los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del firmamento. Por eso, es preferible dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, esperar a que los ojos se acostumbren a la luz ambiental y armarse de altas dosis de paciencia. “Conviene no obsesionarse con buscar estas estrellas fugaces como si no hubiera un mañana porque las Perseidas siempre buscan al espectador”, asegura Antonio García-Blanco, presidente de la Agrupación Astronómica de Guadalajara. Pero estas ‘lágrimas de San Lorenzo’ no son el único atractivo de estas noches, ya que en la bóveda celeste también son visibles Júpiter y Saturno, así como Venus al atardecer, y las estrellas Vega en Lira, Altair en Águila y Deneb en Cisne que forman el asterismo llamado ‘triángulo del verano’.
Con más de medio centenar de socios, AstroGuadala se constituyó el 11 de octubre de 2019 con el objetivo de promover el conocimiento de la astronomía, agrupar a los aficionados a esta ciencia de la provincia de Guadalajara y preservar y poner en valor la calidad de los cielos oscuros de nuestro territorio. Uno de los proyectos más ambiciosos es la obtención de la certificación como reserva Starlight para las comarcas de la Sierra Norte y Señorío de Molina-Alto Tajo.
Noticias relacionadas