Extraordinaria entrada en la Casa de la Cultura en la representación de «Un rumor de sangre», con Manuel Galiana y Marta Belaustegui
Redacción | Lunes 28 de marzo de 2022
Con una formidable entrada en la Casa de la Cultura se representó este domingo 27 de marzo en Cabanillas la obra de teatro «Un rumor de sangre», de la compañía Teatro del Duende. Se trata de un montaje que llegaba a Cabanillas dentro del ciclo «Cultura en Ruta», que organiza la Fundación Siglo Futuro y patrocina la Diputación Provincial, y la representación coincidió además con la celebración del Día Mundial del Teatro. Por este motivo, antes del comienzo de la representación se leyó sobre el escenario, como sucedía en todos los teatros del país, el manifiesto de la jornada, que se encargaron de declamar el director de la obra, Jesús García Salgado, acompañado de la concejala de Cultura de Cabanillas Rosa María García Ruiz.
Ya metidos en la obra, hay que reseñar que se trata de un increíble montaje que presenta en el escenario a cuatro actores españoles de primer nivel nacional: Manuel Galiana, Marta Belaustegui, Germán Esteban y Miguel Caballero. Todos ellos representan el mismo papel. Todos ellos son García Lorca. Y lo son acompañados de manera constante de la magnífica guitarra de Guillermo Fernández, conformando el conjunto una obra, de texto estremecedor y enorme belleza, que repasa la obra poética de Federico.
La obra mezcla textos teatrales con el recitado de fragmentos de obras lorquianas, en una magnífica mezcolanza que va trazando el repaso completo a la vida del poeta granadino. Desde su infancia en Fuentevaqueros a su asesinato a manos de falangistas al inicio de la Guerra Civil, cuando trataba de refugiarse en la casa de su amigo Luis Rosales. En el periplo dramático se recorren las etapas de la vida lorquiana: La infancia rodeada de naturaleza y paisanaje andaluz; la llegada a Madrid y el contacto con la Residencia de Estudiantes; el Lorca que coquetea con el surrealismo y viaja a Nueva York; el regreso a España, la muerte de su amigo el torero Ignacio Sánchez Mejías, y su terrible desenlace.
El lirismo del texto es de una belleza estremecedora, y se combina con canciones de gran belleza. El público quedó profundamente conmocionado, y tributó a la compañía una estruendosa ovación.
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