GUADALAJARA

Moisés Arragel y su «Biblia de Alba»: seiscientos años, en Yebes

Redacción | Sábado 02 de abril de 2022

Hace seiscientos años, domingo, cinco días de abril, año del nascimiento del nuestro Salvador Jesu-Christo de mil et quatrocientos et veynte et dos años, D. Luis González de Guzmán, maestre de la Orden de Calatrava, escribió al rabino Moisés Arragel (del hebreo hārāgîl: «el hábil, el experto») una carta para encomendarle una traducción castellana del texto hebreo bíblico, una Biblia en romance, glosada et ystoriada. El maestre escribía desde Toledo; el rabino, natural de Guadalajara, se había trasladado hacía poco a la villa de Maqueda, donde moraba. Tras ocho años de trabajos, el 2 de junio de 1430, Moisés Arragel remitió el fruto de su talento y esfuerzo a la comisión de teólogos toledanos que habían supervisado sus quehaceres: el arcediano Vasco de Guzmán, el franciscano Arias de Encinas y el dominico Juan de Zamora. En 1433 llegaba el libro definitivamente a manos del maestre mecenas: una deliciosa traducción del Antiguo Testamento, acompañada de eruditas glosas y ornada con coloridas miniaturas, la más mejor e famosa obra que en muchos regnos pueda aver.

Con todo, la pista de aquella Biblia de Arragel se pierde en los años siguientes. No consta en el testamento de Luis de Guzmán ni en el de sus sucesores, pero sabemos que en 1474 formaba parte de los bienes del rey Enrique IV y que en 1480 es citada como perteneciente a la biblioteca personal de la católica Isabel de Castilla. A partir de 1501, la biblia vuelve a desaparecer de la historia, hasta que asoma nuevamente en Valladolid en 1618, cuando el inquisidor general, el cardenal Bernardo de Sandoval y Rojas, la dona a su pariente Francisco de Sandoval y Rojas, también cardenal y primer duque de Lerma. En 1624 volvió a las manos de otro inquisidor general, Andrés Pacheco, que la cedió a Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares. En el siglo XVIII, el volumen pasó a la casa de Alba, que es la que posee en la actualidad el manuscrito y la que le ha dado el nombre por el que hoy es conocido: la «Biblia de Alba», todo un tesoro conservado en el madrileño Palacio de Liria de la casa ducal.

En la citada carta, el maestre se dirige a su basallo Moisés Arragel en términos muy elogiosos: Es nos dicho que sois muy sabio en la ley de los judíos et que ha poco que ende [a Maqueda] venistes morar... Sabed que avemos cobdicia de una Biblia en romance, glosada et ystoriada, lo qual nos dicen que sois para la facer assy muy bastante». Poco más sabemos de nuestro ilustrísimo rabino, que habría nacido en la ciudad de Guadalajara hacia 1380. Isaac, un hijo suyo que trabajó como copista de manuscritos en Italia, nos revela que su padre ya había muerto en 1456. La familia Arragel formó parte de la numerosa y floreciente judería de la ciudad de Guadalajara, que llegó a contar con cuatro sinagogas (la Sinagoga Mayor, la Sinagoga Vieja o de los Matutes, la Sinagoga del Midrás y la Sinagoga de los Toledanos) y que fue sede de la primera imprenta hebrea en España (1476). También en Guadalajara, a mediados del siglo XIII, el místico Moisés ben Sem Tob de León había escrito su «Séfer Zohar», gran comentario cabalístico al Pentateuco.

Para honrar la memoria de Moisés Arragel y de su Biblia, se acaba de constituir en la parroquia de San Jerónimo de Valdeluz (Yebes, Guadalajara) la Asociación Cultural de Amigos de la Biblia ‘Moisés Arragel’; esta sede no es casual: san Jerónimo es el patrono universal de biblistas y traductores. Los objetivos que se propone esta nueva asociación van en tres direcciones.

En primer lugar, sus socios se han propuesto rescatar el recuerdo de este esclarecido guadalajareño, Moisés Arragel, cuya efigie no aparece, por ejemplo, entre los nueve bustos históricos del Paseo de las Cruces de la capital; tampoco hay una calle, un parque, una glorieta dedicada a su nombre... Junto con la evocación de Moisés Arragel, la asociación tratará de poner en valor aquella interesante época de las «Biblias romanceadas», de las que la Biblia de Alba es uno de sus más altos exponentes.

En segundo lugar, la Asociación ‘Moisés Arragel’ quiere promover el aprecio y el estudio de la Biblia. Para judíos y cristianos constituye su Escritura Sagrada y, en consecuencia, su conocimiento ocupa un lugar esencial en la práctica de la fe. Pero la Biblia también ha configurado la historia, la filosofía, la cultura o las artes del mundo occidental, de forma que conocer los textos bíblicos es prácticamente indispensable para interpretar el devenir de nuestras sociedades en este siglo XXI.

En tercer lugar, la figura de Moisés Arragel como rabino-traductor nos anima a fortalecer el dialogo entre las tradiciones cristiana y judía en nuestra tierra de Guadalajara. Su traducción de la Biblia, destinada a la devoción del cristiano Luis de Guzmán y enriquecida con innumerables glosas de la tradición rabínica, es todo un reclamo para que, seiscientos años después, prosigamos el camino del conocimiento mutuo, del recíproco aprecio, del enriquecimiento de ambas comunidades religiosas.

Se puede solicitar cualquier tipo de información y contacto con la Asociación Cultural de Amigos de la Biblia ‘Moisés Arragel’ en su sede de la Parroquia de san Jerónimo (Avenida del Parque, 6A; 19141-Yebes [Guadalajara]) o en la dirección de correo electrónico: moisesarragel@gmail.com.


Noticias relacionadas