La duración de este descanso natural, que dará un respiro al extenuante impacto que el ser humano ha causado a lo largo de este último año en este soberbio paraje de 25 hectáreas, lo determinará el propio calendario biológico
Redacción | Miércoles 04 de mayo de 2022
Si no dejamos respirar a tiempo a la madre naturaleza para que pueda recobrar el aliento, terminaremos ahogándola para siempre. Con este planteamiento como punto de partida, este viernes 6 de mayo el Ayuntamiento de Yebes procederá al cierre temporal del bosque de Valdenazar por parada biológica para facilitar la recuperación de la fauna y flora que puebla este hábitat. La duración de este descanso natural, que dará un respiro al extenuante impacto que el ser humano ha provocado a lo largo de estos meses sobre este magnífico paraje natural de 25 hectáreas de extensión, lo determinará el propio calendario biológico.
De esta forma, la concejalía de Medio Ambiente hace efectiva la advertencia que avanzó el pasado año de que esta “decisión indispensable” se llevará a cabo con carácter anual para posibilitar la regeneración de las especies de Valdenazar. “Que en esta época de reproducción se antoja esencial para decenas de especies faunísticas y botánicas que se asientan en este bosque”, reconoce Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente.
Valdenazar atesora más de doscientas especies y géneros de animales y plantas, cuyo asentamiento y conservación se ve alterado por la mano del hombre. Redactada para salvaguardar, ordenar y proteger los usos de este ecosistema, en el verano de 2020 se aprobó la Ordenanza municipal reguladora del bosque de Valdenazar. Que en su artículo 17 establece la posibilidad de prohibir o limitar el acceso y uso al mismo cuando, por circunstancias sobrevenidas o periodos determinados, ‘(…) resulte necesario para preservar las condiciones básicas de conservación y protección del medio ambiente, su flora y fauna’.
Esta contingencia de la parada biológica también se contempla en el Plan de Gestión que regula los usos y costumbres de este paraje y que recoge las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades para mejorar y optimizar sus recursos naturales, paisajísticos y ambientales. Para que jinetas, jabalíes, corzos, lagartos, zorros, tejones, milanos, búhos o tejones campen a sus anchas en los asentamientos y puedan llevar a cabo la cría sin que sus áreas de campeo se vean alteradas por la presencia humana.
El 30 de marzo del pasado año se acordó esta misma clausura y durante el periodo que permaneció cerrado al público, Valdenazar experimentó una espectacular metamorfosis, similar a la que se produjo durante el confinamiento ordenado por la pandemia.
“Se trata de propiciar la consolidación de las especies que viven en este hábitat y el retorno de las que lo han abandonado por culpa de la masiva afluencia de visitantes y, sobre todo, garantizar la tranquilidad durante esta época de celo y cría”, justifica el concejal de Medio Ambiente. Que insiste en la necesidad de devolver a este paraje el “pulso vital” que tenía antaño, antes de que se convirtiese en el pulmón verde que es hoy. “En ocasiones conviene dar un paso atrás para dar dos adelante, que es la razón de esta decisión estricta y contundente para recobrar el equilibrio natural de este bosque que se ha visto alterado por la presión demográfica”, esgrime Gaitán.
Si de algo está orgulloso el Ayuntamiento de Yebes es de la función que Valdenazar ha cumplido estos años como aula de la naturaleza al aire libre. La ruta interpretativa que circunda el bosque se inauguró el 26 de enero de 2015 y fue el colofón a meses de arduo trabajo para recuperar un paraje que estaba abandonado a su suerte y convertido en improvisada escombrera. La elección de esta jornada no fue casual. Coincidió con el Día Internacional de la Educación Ambiental, “una declaración de intenciones de lo que estaba por venir y una premonición sobre uno de los fines prioritarios de este monte”, reflexiona Miguel Cócera, alcalde de Yebes. Este camino perimetral es frecuentado por multitud de visitantes y escolares a lo largo de todo el año, cuyos paneles informativos invitan a disfrutar y descubrir la riqueza que atesora Valdenazar. “La razón de este parón no es otra que devolver a este paraje el latido vigoroso que tenía hasta ayer para darle continuidad mañana a esa faceta educativa”, dice Cócera.
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