GUADALAJARA

Más de treinta senderistas conocieron los paisajes y el patrimonio natural y minero de los caminos entre Villares de Jadraque e Hiendelaencina

La próxima actividad de la Asociación Serranía de Guadalajara será la presentación del libro “Serranía de Guadalajara, despoblados, expropiados y abandonados”, el próximo 13 de agosto en El Ordial

Redacción | Martes 14 de junio de 2022
La Ruta de La Jara llevó a más de treinta senderistas a conocer los caminos que discurren entre las localidades de Villares de Jadraque e Hiendelaencina, camino balizado, señalizado y acondicionado por Fidel Paredes y Javier Colomo con la ayuda incondicional del grupo “Abriendo Caminos y Tendiendo Puentes” de Hiendelaencina y del técnico de senderos Antonio García Colomo, venido de Barcelona para este trabajo.

Aunque se esperaba una jornada muy cálida, el cielo se nubló ligeramente en las últimas horas de la marcha, con lo que la vuelta a Villares de Jadraque se hizo más llevadera. Los caminantes se dieron cita a las 10 de la mañana y comenzaron la jornada con rosquillas y vino dulce y pronto se pusieron en marcha. La ruta está señalizada por los vecinos de ambas localidades y cuenta con un folleto editado por el ayuntamiento de Villares de Jadraque donde están indicados los principales intereses del recorrido. Durante la marcha del sábado el encargado de explicar estos aspectos fue el presidente de la Asociación Serranía de Guadalajara, Javier Colomo, quien se ha implicado personalmente en la recuperación de los caminos que integran la ruta.

El recorrido comienza en la plaza de D. Andrés Llorente Llorente, alcalde que en 1897 dotó al pueblo de agua potable. Desde allí recorre una zona de huertos, uno de los lugares más concurridos del pueblo en estas fechas, muy ricos en frutas y hortalizas. Más adelante encontramos el Puente del Manzanillo, construido en madera en el año 2020 para sustituir al antiguo de piedra. La reconstrucción de este puente fue diseñada y construida personalmente por el alcalde de Villares de Jadraque, Fidel Paredes, con ayuda de algunos voluntarios. La ruta se dirige al paraje de Los Vallejuelos, donde se puede contemplar el antiguo ensolado del camino con lajas de pizarra.

El camino llega hasta la Peña del Águila, uno de los puntos más altos de la ruta, con buenas vistas al Bornova. Desde allí la caminata desciende hasta la Casa de Máquinas, antigua central hidroeléctrica que data de 1883. Tras disfrutar de unos minutos a la sombra escuchando el murmullo del río, el trayecto se dirige hacia Hiendelaencina, pasando por el puente de Las Calderas, recientemente reconstruido por varios vecinos de Hiendelaencina y Villares con la colaboración de varios voluntarios entusiastas del grupo “Abriendo Caminos y Tendiendo Puentes”. En la zona de Hiendelaencina el senderista pasa por la Mina de Santa Catalina y atraviesa una rica zona minera y puede observar los restos del antiguo camino a Robledo de Corpes, que también se está recuperando por iniciativa popular. La ruta desciende de nuevo al Bornova atravesando el Puente de las Cabras y devuelve al caminante a Villares de Jadraque a través de un agradable camino en el que se pueden ver cercados con bonitas hincaderas y el Puente de Solacámara, del que sus vecinos están tan orgullosos.

En definitiva, es una ruta muy rica en cuanto a su valor etnográfico, ya que recorre buena parte del patrimonio minero de Hiendelaencina, pasa por antiguas construcciones ganaderas, incluye una zona de colmenas tradicionales y aporta una buena perspectiva del paisaje serrano.

Se trata de una ruta circular de aproximadamente 11 kilómetros que discurre por sendas estrechas y caminos bien señalizados. Desde la Asociación Serranía de Guadalajara recomendamos evitar las horas de más calor, ir con agua y calzado adecuado y valorar el estado físico antes de realizar esta ruta senderista.

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