GUADALAJARA

Paco de Coro, su deuda alcarreña y el mensaje en la botella

En el centro de rehabilitación de NIPACE se puede conseguir este libro y colaborar al mismo tiempo con el proyecto

Redacción | Lunes 04 de julio de 2022
El historiador y escritor salesiano Francisco Rodriguez de Coro, don Paco para los muchos alumnos que ha tenido en el colegio de los Salesianos de Guadalajara, presentó el pasado miércoles su último libro “Mi deuda alcarreña”.

El acto se celebró en el bar restaurante Star´s Café con la presencia de un nutrido grupo de amigos, exalumnos y colaboradores, muchos de ellos reflejados en las propias páginas de un libro que recopila esos artículos que Paco de Coro ha ido publicando desde 2018 en su blog "De andar y pensar”, ubicado en la web de Salesianos y algún otro aportado ex proceso.

“Paco construye unos personajes y se funde con ellos, como le pasaba a Saramago. Sus chicos de Guada dejan de ser ellos para ser lo que Paco escribe de ellos”, explicaba en el acto y en el prólogo del libro, Fernando Ruiz Grande, cirujano y uno de los chicos de Paco, que como todos le tocó el corazón, aunque en su caso también literalmente, pues participó en su cirugía cardiaca hace unos años.

Entre esas letras lúcidas, socarronas y apasionadas de “Mi deuda alcarreña”, aparecen “icetas y sevillas, romanes y toledanos, guijarros y cascales”, y también la añoranza de Daniel Martínez Batanero, con su hijo presente en el acto, enredado en esas carambolas que produce la amistad con Paco, que trasciende a la familia y allegados.

“Uno a los 80 es un poco náufrago”, confesaba Paco Coro, “y lo que escribo son como esos mensajes en una botella, para nadie y para todos”, desdeñando de paso con una magistral sátira los adoctrinamientos y apelando, por contra, a la necesaria lucidez y criterio de la humanidad, “como una biografía colectiva de mejora”, que apuntaba el prologuista. “Mi colección ‘Paco de Coro 80’ se abraza a la gente que quiero y me quiere, en la recta final de la vida”, y rápidamente en este caso el alumno corrigió al maestro y Fernando Ruiz, le reprochó algún atisbo de pesimismo que hay que encontrar escudriñando el libro, para recordarle que él es “un optimista impenitente y absoluto y tenemos Paco para rato”.

Como ya hiciera con sus anteriores obras, Paco de Coro vuelve a ceder todos los ingresos de la venta de sus libros a la Fundación NIPACE, y allí estaba otro de sus ex alumnos, Ramón Rebollo, presidente de Nipace, para agradecerlo y para convencer a todos que hay que seguir apoyando el proyecto de Nipace, “más ahora que nos hemos embarcado en construir un nuevo centro más grande e internacional en Aguas Vivas, para seguir atendiendo a a los niños con trastornos neurológicos o parálisis cerebral. En el centro de rehabilitación de NIPACE se puede conseguir este último libro de Paco de Coro y colaborar al mismo tiempo con el proyecto.

Y a sus 81 años, Paco de Coro, confesaba ante su red de amigos reunidos para la ocasión que éste no será su último libro, a sumar a los más de 30 ya publicados, y de hecho ya se comprometía a escribir uno sobre los chicos del Voley Salesianos, y otros más que añadir a esa serie de “Paco de CORO 80”.

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