Foto : EDUARDO BONILLA
El diestro alicantino y el rejoneador hispano-luso abrieron la primera puerta grande de la Feria de la Antigua de Guadalajara
Redacción | Viernes 16 de septiembre de 2022
José María Manzanares, con tres orejas, y el rejoneador Diego Ventura, con dos, abrieron este jueves la primera Puerta Grande de la feria de la Virgen de la Antigua de Guadalajara, en un festejo mixto en el que Morante de la Puebla sumó también un trofeo.
Que Diego Ventura es todo un número uno del toreo a caballo es algo incuestionable. Lleva años demostrándolo en todas las plazas y ferias en las que actúa, con momentos memorables que sólo él ha conseguido a lo largo de toda la historia. Hoy, en Guadalajara, más allá de los trofeos cosechados, que fueron dos, lo que quedará fue la rotundidad con las que cuajó a sus dos toros.
Ya en el que abrió plaza, un buen ejemplar de Los Espartales, Ventura puso firma a una faena de altas cotas artísticas, especialmente montando a Nazarí y a Lío en banderillas, las cuales clavó siempre muy reunido y arriba. Con Guadiana subió todavía el nivel con un soberbio par a dos manos y final con las cortas también de gran ejecución. Perdió el triunfo por fallar en la suerte suprema.
Sin levantar ni un ápice el pie del acelerador, la faena al cuarto fue todavía más rotunda. Con Sueño dio una auténtica lección de temple con los galopes de costado y cambios de ritmo; con Bronce llevó la locura a los tendidos con dos pares de banderillas sin la cabezada; y nuevamente con Sueño protagonizó un epílogo colosal con tres cortas al violín y una rosa. Dos orejas sin discusión.
Otro triunfador en la tarde fue José María Manzanares, que ya lograría una oreja de su primero, tercero de corrida, por una faena correcta y entonada en la que logró pasajes sueltos de buena firma pero sin llegar a compactar una faena de altos vuelos. La contundencia con el acero le granjeó una oreja.
Más enfibrado, en cambio, se mostró el alicantino con el sexto, al que condujo templado y con esa habitual estética en el embroque, que gustó, y mucho, a los tendidos alcarreños, que le premiaron con el doble trofeo -el segundo algo excesivo- tras otra estocada de notable ejecución.
Morante de la Puebla, que saludó una ovación tras una firme faena a un segundo de corrida de lo más desabrido, firmó los pasajes más toreros de la tarde en el quinto, un toro noble pero al que le faltó raza, y al que el sevillano extrajo muletazos de inmaculado trazo. Cortó una oreja.
FICHA DEL FESTEJO.- Dos toros reglamentariamente despuntados para rejones de Los Espartales, de buen juego; y, en lidia ordinaria, tres de Jandilla y uno (3º) de José Vázquez, parejos de hechuras y bien hechos, y de dispar comportamiento, destacando, sobre todo, el sexto.
El rejoneador Diego Ventura, gran ovación y dos orejas.
Morante de la Puebla, ovación y oreja.
José María Manzanares, oreja y dos oreja.
La plaza registró tres cuartos de entrada en los tendidos.
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