CULTURA

Javier Sanz Serrulla presenta en Madrid su libro «Cajal y las Academias»

La conferencia del investigador seguntino tuvo lugar en el Instituto de España

Redacción | Martes 29 de noviembre de 2022
Sigüenza vuelve a ser puntera en asuntos culturales a nivel nacional. Uno de sus hijos más ilustres, Javier Sanz Serrulla, miembro de la Real Academia Nacional de la Medicina, ofreció hace unos días una conferencia en el Instituto de España. Durante la charla, habló sobre la pertenencia del médico y científico Santiago Ramón y Cajal a diferentes entidades académicas. La intervención de Serrulla también sirvió para presentar oficialmente uno de sus últimos trabajos, aparecido este año y que lleva por título «Cajal y las Academias».

Éste es un compendio que repasa el legado «cajaliano» en las diferentes instituciones en las que se integró. Se trata de una obra de 248 páginas, publicada por AACHE Ediciones, en 2022. “Es un análisis no realizado hasta ahora sobre una parte de biografía de don Santiago Ramón y Cajal que no es tan conocida”, explican desde el mencionado sello editorial.

“El estudio de Sanz Serrulla abarca las circunstancias del nombramiento de Cajal en las referidas instituciones, y su colaboración permanente con ellas, especialmente con las científicas”, explican desde AACHE. No en vano, el autor “analiza los discursos de entrada en las mismas, que son piezas literarias de altura, ya que el científico navarro sabía muy bien estructurar un escrito académico, y revestirlo con las mejores formas literarias”.

En consecuencia, “el libro es no solo un estudio científico de un saber acreditado, sino un gozo de formas y fondos para quien gusta de leer”. El mencionado análisis “tiene un caudal de información documental que hasta ahora permanecía inédito y que nos permite aproximarnos, con veracidad y humanidad, a la figura humana y científica de Cajal”.

El doctor Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, Navarra, 1852–Madrid, 1934) es uno de los científicos más reconocidos de nuestro país. Llegó a formar parte de diferentes academias, gracias a su labor y reconocimiento científico. Entre ellas, la de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, a la que accedió el 5 de diciembre de 1897, tras ser elegido dos años antes; la de Medicina, a la que entró en 1907, encuadrándose en la sección de Anatomía; y la de la Lengua, de la que fue componente electo en 1905, aunque nunca llegó a tomar posesión.

Existen varias hipótesis para explicar las causas por las que Cajal, al final, no ingresó en la Real Academia de la Lengua (RAE). Entre ellas, el no apoyo de la institución a Galdós para la concesión del Nobel, o la imposibilidad de la entrada de Emilia Pardo Bazán en la entidad, por el mero hecho de ser mujer, relataba Sanz Serrulla. En cualquier caso, “Ramón y Cajal, a partir de sus 70 años, se encontraba cansado. Sabía que no asistiría a la más antigua de las academias del país y que su ausencia no tendría justificación”.

Ante esta situación –confirma el investigador seguntino–, el médico navarro “pidió su baja de la RAE, pero no le fue admitida”. De hecho, la mencionada organización quiso contar con un Nobel de Medicina entre sus filas. Lo hizo “por respeto” hacia su figura, manteniéndolo entre sus componentes hasta el fallecimiento del mencionado investigador, acaecido en 1934.

No obstante, este científico navarro “hubiera podido ser parte de cualquier otra academia, ya que fue una persona muy comprometida con una visión modernizadora y renovadora de España”, subrayaba Benigno Pendás, presidente del Instituto de España y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, presente en el acto. “Cuando Cajal accedió al sillón de estas instituciones ya era un científico reconocido dentro y fuera de España, por lo que no necesitaba engrosar su currículum”, añadía Javier Sanz.

Además, Ramón y Cajal, “supo alternar a la perfección su labor en las Academias, con la docente, la investigadora e, incluso, con la familiar y con sus frecuentes viajes al extranjero”, aseguraba el autor seguntino. En cualquier caso, en la figura de Cajal “todo es importante”, razón por la cual “emprendimos el estudio de su pertenencia académica, con el rigor que merece la historiografía «cajaliana»”. Y, tras este trabajo, “comprobamos lo que intuíamos inicialmente. Es decir, su respeto por las instituciones a las que pertenecía”.

La intervención de Javier Sanz Serrulla en el Instituto de España, basada en su libro «Cajal y las Academias», tuvo lugar el pasado viernes. Y, durante el evento, intervinieron Benigno Pendás, presidente del Instituto de España y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; Eduardo Díaz–Rubio, presidente de la Real Academia Nacional de Medicina de España; Andrés Ollero Tassara, secretario general del Instituto de España y de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas; Jesús Ávila de Grado, de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España; y Javier Sanz Serrulla, de la Real Academia Nacional de Medicina de España y autor del libro.

El autor

Javier Sanz Serrulla nació en 1957 en Sigüenza, donde cursó los estudios de bachillerato en el Colegio Episcopal de la Sagrada Familia. Una vez finalizada esta formación, hizo Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. En este centro de estudios también obtuvo los títulos de Doctor en Medicina y Cirugía, Doctor en Odontología y Doctor en Historia.

Actualmente, es profesor universitario, dirige varias iniciativas científicas y divulgativas de la más diversa índole, y es miembro de la Real Academia de Medicina. Además, es responsable de más de un centenar de artículos científicos y de numerosas ponencias y comunicaciones en congresos nacionales e internacionales, centrados en historia de la medicina, de la odontología y de las ciencias.

De igual forma, es autor de casi una veintena de libros, en los que analiza asuntos médicos e históricos. Gracias a este compromiso, ha sido ha sido galardonado con la Medaille de la Société Française d’Histoire de l’Art Dentaire, SFHAD, (2007); la «Medalla de Oro», de la Asociación Española de Medicina y Salud Escolar y Universitaria (2006); y la «Placa al Mérito Colegial», del Ilustre Colegio Oficial de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (2012), entre otros muchos reconocimientos.


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