El burel de Barriopedro dio un excelente juego, y miles de personas disfrutaron de una magnífica suelta a campo abierto
Redacción | Sábado 22 de julio de 2023
Era una de las novedades del programa 2023 en las Fiestas de Cabanillas del Campo: el cambio de una suelta de reses por las calles por un «encierro campero», algo que no sucedía en el municipio desde hacía 76 años. Y la prueba no pudo salir mejor. Las caras de felicidad de los miembros de la Comisión Taurina, las continuas felicitaciones por la organización, y el enorme éxito de público, con miles de personas en el campo, fueron las tónicas de esta suelta que se desarrolló por el Paraje de San Blas de la localidad.
Se pretendía desde la organización hacer un encierro al estilo tradicional, con corredores, caballistas, y un número de vehículos limitado (únicamente 18 de organización), algo que no convirtiera el evento en un «safari», y la experiencia no pudo salir mejor.
Buena parte de la «culpa» la tuvo el propio toro elegido, un burel de la ganadería de Juan Barriopedro, de Jadraque, que tuvo un comportamiento extraordinario durante toda la lidia. Durante dos horas paseó por el Paraje de San Blas el «colorao» de Bariopedro, extraordinariamente conducido por corredores y caballistas por todo el paraje, de modo que el público asentado en las zonas de espectadores pudo ver perfectamente el desarrollo del encierro. Hubo bonitas carreras y quiebros, y el morlaco llegó enterísimo a la finalización del festejo, demostrando gran bravura y codicia. Todo se completó con la ausencia de incidentes de consideración.
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