Redacción | Miércoles 24 de julio de 2024
Durante este último fin de semana, seis miembros de Nuevas Generaciones de Guadalajara, entre los que se encontraba su presidente, Álvaro Vara, junto con el presidente regional de NNGG, José Luis Montalvo, formaron parte de la Escuela de Verano de la organización juvenil que se celebró en Torremolinos, Málaga. Allí, acompañados por figuras como la presidenta nacional de la organización, Beatriz Fanjul, y el presidente nacional del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, debatieron sobre los retos a los que se enfrenta la juventud española
El viernes 19, tras la bienvenida, tuvo lugar una mesa de apertura, moderada por Fanjul y que contaba con la presencia tanto de Núñez Feijóo como de Juanma Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía, en la que se habló con jóvenes representantes del mundo del deporte, la moda y la cultura acerca de los problemas que sufren los jóvenes de hoy en día y se reflexionó sobre los valores que deberían marcar el espíritu de esta generación.
Al día siguiente, se caviló sobre la juventud desde la perspectiva de la comunicación, del reto digital y de las nuevas tecnologías, en una mesa que contó con la participación de, entre otros, Noelia Núñez, vicesecretaria nacional del partido, y el eurodiputado Pablo Arias.
Finalmente, también se desarrollaron las líneas del proyecto que el Partido Popular está desarrollando para los jóvenes desde el Congreso y el Senado, con la presencia de los portavoces populares en ambas Cámaras, Miguel Tellado y Alicia García, respectivamente; y, también se habló de las políticas de juventud que se están desarrollando desde la Junta de Andalucía con Toni García, portavoz del PP en el Parlamento andaluz.
Álvaro Vara, presidente de NNGG Guadalajara, destacó en el encuentro la urgencia de implementar medidas que beneficien a la juventud española. "En España se necesitan más oportunidades para los jóvenes y menos negocios del entorno del presidente," afirmó Vara, criticando las políticas del gobierno de Sánchez y subrayando la necesidad de promover iniciativas que impulsen el desarrollo de los jóvenes.
El balance de la escuela ha sido positivo. Ha servido como espacio de debate sobre la situación de los jóvenes en España y de los distintos problemas a los que se enfrentan, desde la salud mental hasta la vivienda pasando por la revolución tecnológica; y sin olvidarse de hablar de la crisis de valores que se está viviendo y la puesta en tela de juicio de estos que se lleva a cabo desde la izquierda radical.