Teatro, disfraces y audición protagonizaron el fin de semana pastranero
Redacción | Jueves 19 de febrero de 2015
Pastrana ha vivido un cultural y carnavalero fin de semana. A partir de las seis de la tarde, los niños y niñas pastraneros desfilaban sobre el escenario del Convento de San Francisco. “Cada año consiguen superarse, y este no ha sido menos. El jurado lo tuvo complicado para decidir cuál era el mejor disfraz, teniendo siempre en cuenta la elaboración a mano de los mismos y su originalidad”, destaca Mercedes Bermejo, concejala de Cultura. Los premiados fueron los disfraces de “cervatillo”, de “mesa completa servida” y un original “coche de bomberos”. Participaron más de cincuenta pequeños disfrazados.
Después, y en el mismo Convento de San Francisco, el grupo de teatro Moratín, cuyos actores y directores son aficionados pastraneros, representaron la obra “Una de piratas”, adaptación de un texto de Fernando Macías García dirigida por Antonio Ruíz. Bermejo destaca la participación del público infantil, “que interactuó con los actores y prestó mucha atención”, y los aplausos finales, “que son el mejor premio que cualquier actor puede tener cuando termina la representación, y con ella las horas de ensayos previos”, valora.
A partir de las 19 horas, la fiesta se trasladó al Centro Cultural de la Ermita de Santa Ana. Allí, la primera audición del curso 2014-2015, correspondiente a la Escuela Municipal de Música de Pastrana que dirige Francisco Gascón, formó parte este año de la parafernalia carnavalera.
Los niños de Música y Movimiento, a partir de cuatro años, interpretaron “Los sonidos de la jungla”, para lo que venían caracterizados con sus disfraces desde el Convento de San Francisco.
A continuación subieron al escenario los instrumentistas de viento-metal, que interpretaron tres obras, pasando del clasicismo de Antonio Vivaldi y sus “Cuatro estaciones” al “Happy” de Pharrell Williams.
Los músicos de viento madera tocaron piezas de manera individual y después en sucesivas agrupaciones. Las composiciones repasaron piezas clásicas, aderezadas con música de los Beatles, y también bandas sonoras del cine universal. Intervinieron treinta músicos pastraneros de todas las edades.
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