ALMA CORAZÓN Y VIDA

Casi dos horas y media de rock…, de Fito…, de rock…, de los Fitipaldis..., de los guadalajareños

Redacción | Domingo 10 de mayo de 2015
... El señor Cabrales que parecía haber oído esos debates, decidió poner de acuerdo a los espectadores, alrededor de la doce y media de la noche, interpretando “Soldadito marinero”....

Conciertazo el vivido anoche en Guadalajara. Pocos días de rock ha vivido Guadalajara como el de la noche de ayer. El señor Adolfo Cabrales y su banda, o lo que es lo mismo, Fito y Fitipaldis regalaron a los guadalajareños una noche de rock sin precedentes hasta la fecha.

Pocos eventos musicales en nuestra ciudad han superado el vivido ayer noche en las pistas de atletismo de la Fuente de la Niña, quizás solo la actuación del genial Enrique Bunbury, en la presentación de “Hell ville de luxe” hace unos años, pueda hacer sombra a lo que ocurrió ayer.

A las 21:45 horas comenzaban a sonar las guitarras de los Zigarros, grupo elegido por Fito para hacer de teloneros en esta gira 2015. Los Zigarros poco a poco fueron calentando el ambiente, metiendo el ritmo el en cuerpo, y dejando a punto de caramelo a los allí reunidos, para que Fito rematara la faena en la cálida noche de ayer.

Tras el interludio, cambio de instrumentos y equipos de sonido.

Llegaron las once de la noche, hora en la que la organización señalaba el inicio de la actuación de Fito y Fitipaldis. Pasaban dos minutos de la hora cuando el público empezó a jalear el nombre del artista, y silbaban metiendo presión para que saliera cuanto antes, al escenario el de Bilbao.

A las once y siete minutos, con pantalón pitillo hiper ajustado, cosa que agradecieron las féminas allí presentes, camiseta negra y con su típico tocado Adolfo Cabrales, hizo aparición en el tablao montado en las pistas de atletismo entre los gritos, palmas y vítores de los asistentes.

La locura se desataba en las pistas de atletismo, y el de Bilbao empezaba con “Viene y Va” del exitoso disco “Por la boca vive el pez” . Electrizante comienzo que despejaba las dudas de los que pensaban que iba a ser un concierto de baladas y blues.

Nada mas lejos de la realidad, el del barrio Bilbaíno de Zabala venía a dar rock y no dio tregua a los espectadores, dando caña y acordes de rock, desatando el delirio de los guadalajareños que unos dando palmas, otros cantando al unísono y el resto moviendo las caderas, acompañaban a Fito en todo momento.

El artista que presentaba su ultimo disco, prefirió tocar de inicio los éxitos de sus anteriores trabajos. No tardó ni quince minutos en meterse en el bolsillo , con premeditación, alevosía y pernoctación, al exigente público guadalajareño.

El ambiente era total a eso de las doce de la noche, cuando iban sonando las canciones de su último disco “Huyendo conmigo de mi” siendo las más coreadas “Lo que sobra de mí” “Entre la espada y la pared” y “Nada de nada”.

Algunos hablaban de la canción que más le había gustado del concierto, y cierto es que había disputa, porque para gustos… los colores.

El señor Cabrales que parecía haber oído esos debates, decidió poner de acuerdo a los espectadores, alrededor de la doce y media de la noche, interpretando “Soldadito marinero”.

Los más de cuatro minutos que dura la bella composición del de Bilbao fueron un autentica experiencia religiosa , en esos minutos los afortunados que estuvimos allí vivimos un autentico viaje astral, donde nos convertimos en ese soldadito marinero al que todo le sale mal…….

Después de un invierno malo, una mala primavera…

Y después vinieron los bises… al consabido grito de “otra , otra , otra”, el señor Cabrales volvió al escenario, y no dudó con la propina, alargando el concierto hasta la una y media de la madrugada.

Casi dos horas y media de rock…de Fito… de rock…de los Fitipaldis…de los guadalajareños.

Jacinto GARCÍA

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