Las similitudes entre el Panteón de los Duques del Infantado y el Panteón de los Reyes de El Escorial, detalle monumental de julio
miércoles 24 de junio de 2015, 12:49h
Las personas que visiten el recinto de la cripta de San Francisco a lo largo del mes de julio, conocerán interesantes detalles sobre los puntos en común de tan valiosos monumentos
Durante el mes de julio, el detalle monumental del mes estará dedicado a un interesante tema: las similitudes existentes entre el Panteón de los Duques del Infantado y el Panteón de los Reyes del Monasterio de El Escorial.
Las personas que visiten el recinto de la cripta de San Francisco a lo largo del mes de julio, conocerán interesantes detalles sobre los puntos en común de tan valiosos monumentos.
“El vínculo que une a la familia Mendoza con la Iglesia de San Francisco comenzó a gestarse en el siglo XIV, momento en el que Pedro Hurtado de Mendoza contribuyó a la reconstrucción del templo que los franciscanos tenían en este enclave y que había sido pasto de las llamas”.
“Se sabe que Diego Hurtado de Mendoza, su mujer y sus descendientes solicitaron ser enterrados en esta iglesia, que pasó a convertirse en el lugar donde reposarían los huesos de la mayor parte de la familia. La tradición se mantuvo a pesar del paso de los años, y ya a comienzos del siglo XVII, Ana de Mendoza, VI Duquesa del Infantado, construyó un nuevo retablo y manó la construcción del panteón ducal para acoger los restos de algunos de sus antepasados que ya no cabían en el presbiterio”.
“El actual Panteón, fue mandado construir por Don Juan de Dios de Mendoza y Silva en 1696, que se inicia con la edificación de una impresionante cripta barroca que fue finalizada en 1728. Con algunas diferencias, es casi una réplica del que Juan Bautista Crescenzi decoró para el Panteón de Reyes del Monasterio de El Escorial”.
“Los elementos de la cúpula rebajada están ornamentados mediante decoración vegetal, siguiendo el ejemplo del Panteón de los Reyes, siendo un motivo ornamental barroco muy extendido en años posteriores”.
“El Panteón tiene doble acceso: se accede a él desde una puerta que se abre en el presbiterio, en el lado de la Epístola, pudiendo realizarse también el acceso desde el exterior de la iglesia. Hay una pequeña capilla, iluminada con un gran ventanal orientado al nordeste, cuya linterna emerge directamente en el centro del altar de la iglesia que se encuentra justo encima”.