El Colegio de Médicos de Guadalajara homenajeó en su tradicional cena a los médicos jubilados y fallecidos en el último año

Los salones del Hotel Pax fueron el escenario elegido por la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Guadalajara para celebrar la tradicional Cena de Hermandad con motivo de la festividad de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, patrona de la Profesión Médica. Cerca de doscientos médicos participaron en la celebración, que destacó por el compañerismo y el buen ambiente.

El presidente D. Ramón Ochoa Mejías no pudo pronunciar su habitual discurso debido a su enfermedad pero asistió a la cena y transmitió un mensaje a través de la secretaria del Colegio, Alicia Fernández de Peñarada, en el que destacó la importancia de la Libertad. Ochoa Mejías fue el primero en recibir su diploma de Colegiado Honorífico por haberse jubilado este año. Se lo entregó el vocal de médicos jubilados, D. Rafael Mangado, en uno de los momentos más emotivos de la noche.

El Colegio también reconoció la trayectoria de D. Carlos F. Días Pardo-Figueroa, D. Rafael Estupiñán Espinosa, D. Jaime F. Sánchez Fernández de la Vega, Dª. Sandra García Melendo, D. Francisco Javier Labrador Vallverdú, D. Vicente Marqueta Roy, D. José Fernando Pastor Sanz, Dª. Felicidad Iglesias Gascón, D. Andrés Hernández González, D. Francisco Manuel González Pons, Dª. María Josefa Martín Merino, D. Luis Enrique Gómez Romero Rodríguez, D. Ali Abdel Jalil Abdel Rahim, Dª María Luisa Pardina González y D. G. J. Manuel Gracia González.

Antes de la cena se ofició una ceremonia religiosa en recuerdo de los médicos fallecidos en los últimos doce meses: D. Rafael Muñoz Lucas, D. Rafael Relaño Velasco, D. Miguel Ángel Martorell Almau, D. Gregorio Marcos Benito, D. Manuel J. Cuadra Meiró, Dª Begoña Palomero Elorduy, D. Eduardo Egido, D. José Manuel Borrallo Pérez y D. Juan Antonio Fernández Echeverría. A la cena se acercaron sus familiares y los miembros de la junta directiva les entregaron la insignia de oro del Colegio de Médicos y un ramo de flores.