La Asociación Micorriza organiza del 6 al 12 de julio un campamento en el Alto Tajo

Tras mucho tiempo de arduo trabajo, los miembros de la Asociación Micorriza han conseguido poner en marcha una de las líneas de trabajo de su proyecto Árboles Singulares, la cual consiste en la recuperación y restauración de chozones y parideras con árbol vivo.

Muchos de los árboles singulares tienen arraigada una profunda relación con el ser humano, algunos de los cuales están vinculados a una construcción tradicional llamada paridera o chozón sabinero. Los chozones son construcciones típicas del este de la provincia de Guadalajara y sur de Soria, realizadas por muros de piedra seca, vigas de madera de sabina y un tejado formado por una barda de ramas finas superpuestas.

Perfectamente integradas en el paisaje, las parideras albergaban al ganado y al propio pastor; algunas de éstas están construidas con un árbol vivo (sabina o encina) como pilar central, el cual sostiene el entramado de vigas que soporta la barda. El microclima creado por el árbol protege a todo el conjunto de los agentes atmosféricos, permaneciendo la construcción absolutamente abrigada y mimetizada en el bosque.

En la actualidad, apenas queda una decena de edificaciones con esta tipología, localizadas todas ellas en la Comarca de Molina de Aragón y presentando un grave estado de deterioro que hace urgente una intervención rápida para impedir que se hundan definitivamente.

Aparte de restaurar este patrimonio etnográfico, se van a realizar otras actividades de carácter cultural y ambiental complementarias, como la adecuación de un manantial, la recuperación de una antigua senda local, la creación de “hoteles para insectos” y la retirada de alambre de espino dañino para la fauna autóctona. Además, los y las participantes del proyecto van a conocer los enclaves más significativos del Parque Natural del Alto Tajo y su gastronomía mediante visitas interpretadas por los miembros de la Asociación Micorriza.

Esta iniciativa ha sido posible llevarla a cabo gracias a la política de responsabilidad social corporativa que realiza la Fundación Telefónica, por la que se va a poder financiar la puesta en marcha de este campamento dentro de su programa de voluntariado Vacaciones Solidarias, y la colaboración de la Fundación Cepaim, en el marco de un Programa Integral para la inclusión activa, la dinamización comunitaria y la participación social en zonas de exclusión social financiado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.