Javier Villaverde llenó San Roque con un recital que interpretó con una 'Romanillos'
lunes 27 de julio de 2015, 15:37h
El intérprete, que también es profesor en la Escuela de Música de Sigüenza, seleccionó un repertorio en el que interpretó algunos de los clásicos inmortales de la guitarra española
Javier Villaverde interpretó un recital de guitarra en la Ermita de San Roque de Sigüenza en el que recorrió algunos de los clásicos inmortales de la guitarra española. Como en el concierto del viernes pasado, que también tenía lugar allí mismo, en el de este fin de semana, tampoco cabía un alfiler. El guitarrista llenó la ermita, como también lo había hecho acompañado por la cantante seguntina Mari Hernando, en aquella ocasión en la formación 'De a dos'. El concierto lo convocaba la Asociación de Violería y Organología Instrumental Romanillos-Harris, con la colaboración del Ayuntamiento de Sigüenza.
Detrás de ambos conciertos hay una historia curiosa. Fue el lutier y maestro guitarrero afincado en Guijosa, José Luis Romanillos, el que invitó al dúo a participar en el ciclo cultural que la Asociación que preside organiza cada verano. Cantante y guitarrista aceptaron encantados, quedando programados sus conciertos en el marco del julio cultural seguntino.
Este fin de semana, fueron cerca de trescientas las personas que acudieron al concierto para ver cómo este guitarrista “moderno”, como se define a sí mismo, extraía los maravillosos sonidos que salen de la guitarra 'Romanillos', que el lutier cedió a Villaverde para que pudiera interpretar el concierto, a un conjunto de piezas clásicas. “Quería que tanto Mari como Javier tocaran y se dieran a conocer, porque tienen arte y talento”, decía Romanillos poco antes del recital.
Los réditos económicos del concierto van a servir en el propósito de que la Asociación continúe su labor de promoción y divulgación del legado hispánico al mundo de la guitarra y de la vihuela. “La afluencia de público y su apoyo, se queda emotivamente clavada dentro de uno”, reconocía Romanillos al término del concierto.
Fue precisamente él quien prologó la actuación de Villaverde. El maestro guitarrero explicó cómo Castilla La Mancha, y en general España, ha contribuido al desarrollo de los instrumentos a los que ha dedicado su vida. “Siempre, en cualquier foro que me es posible, hago apostolado de la guitarra para hacer consciente al público del legado con el que contamos en este sentido”, valoraba el lutier.
Javier Villaverde estaba emocionado por el hecho de poder tocar una 'Romanillos', “que es historia viva de la guitarra”, decía. Sobre su sonido, el intérprete lo calificaba de “sencillo y natural, pero lleno de matices, se toca muy fácil, el timbre es magnífico y las notas tienen un 'sustain' excepcional”, valoraba. En lo poético, “de alguna forma siento que tocando un instrumento de este calibre, estoy conectado al origen de la guitarra; además, a nivel técnico, la diferencia con un instrumento convencional es grande”.
Para el recital el guitarrista escogió piezas clásicas de guitarra que por distintas razones, “resultan conmovedoras para mí”. Según el intérprete, no es un recital de guitarra para eruditos, sino más bien de melodías conocidas, “un paseo por la guitarra española desde 1850 hasta 1930, un concierto romántico-nacionalista”. El recital, duró una hora minutos y repasó piezas de Francisco Tárrega, Isaac Albéniz, Federico Moreno Torroba, Miguel Llobet y de autores latinoamericanos, tan del gusto del intérprete, como Agustín Barrios.