Los tres novilleros salen a hombros de La Isla de Trillo en la segunda novillada de la Virgen del Campo
El gran triunfador de la tarde fue el venezolano Jesús Enrique Colombo, que desorejó a su lote y además estuvo brillante en el tercio de banderillas
lunes 07 de septiembre de 2015, 12:52h
Si el sábado fueron dos los novilleros que salieron a hombros de La Isla de Trillo, ayer lo hicieron los tres espadas. Valentín Batanero, el alguacil de la Plaza, entregó media docena de orejas, de las que cuatro fueron para el gran triunfador taurino de las fiestas de la Virgen del Campo, el venezolano Jesús Enrique Colombo. Miguel Angel Silva y David de Miranda cortaron dos orejas cada uno, todos a reses de Guadalmena. Presidió la corrida la alcaldesa de Trillo, Lorena Alvarez.
La novillada, bien presentada, dio juego a los espadas, que como correspondía a su condición, no desaprovecharon la oportunidad que se les brindó en La Isla. Abrió plaza el novillero pacense, Miguel Angel Silva. “Me he sentido bien en la cara del novillo, que ha sido muy exigente. No le he podido apretar más porque desde el principio de la lidia me marcó sus querencias y vi claro que se iba a rajar. Toreándolo a su altura, le he podido sacar varios muletazos buenos, siempre de uno en uno”, decía al terminar su primera faena que rubricó con una buena estocada. “He estado firme con el toro, que era lo que pedía, porque era un poco mirón”, resumía Silva.
También a su segundo le cortó una oreja el de Zafra. “Las de esta tarde han sido dos faenas de exponer mucho, porque ningún novillo me ha regalado el triunfo. El segundo me ha probado siempre. Pensaba que iba a durar más, pero se ha parado demasiado pronto. La faena no ha sido todo lo limpia que podía haber sido, pero, sobre todo, me quedo con mi actitud y decisión. Creo que le he sabido arrancar la oreja”, valoraba.
También David de Miranda le cortó una oreja a cada enemigo de su lote. Sobre el primero, el onubense decía que “por su falta de fuerza, tendía a reponerme y no he podido disfrutar y hacer disfrutar a la gente como yo quería. Me quedo con la intensidad de la faena ante un novillo que transmitía. He intentado aprovechar sus condiciones para llegar al público con alguna serie”. El novillero pinchó a la primera, pero mató bien a la segunda.
También tocó pelo el de Trigueros en su segundo. “Ha tenido el defecto que se ha parado, se ha puesto brutote, y le costaba mucho seguir los muletazos. He hecho lo que he podido con él, y la lástima ha sido el pinchazo”, decía al terminar su actuación. De Miranda se quedaba con “la estructura de la faena ante un animal que no era fácil, que se descomponía en la lidia y al que he intentado educar poco a poco, pero no ha querido romper hacia delante”. Miranda se fue encantado con la afición trillana, “extraordinaria, espero volver”.
El venezolano Jesús Enrique Colombo fue el gran triunfador de Trillo. Con el primero estuvo bien tanto con el capote como con la muleta. “Me he encontrado a gusto con el primer novillo, que tenía sus complicaciones”, decía. Como suele, Colombo mató bien, lo que le hizo acreedor a las dos orejas. Lo mejor de la faena, varias tandas rotundas con la muleta. En el segundo, el venezolano se superó. “Todo ha salido redondo, he cortado las cuatro orejas que era a lo que venía, pero me faltó el rabo en el segundo”, lamentaba ambicioso. Al novillero le gustó la intensidad de su faena ante un novillo jabonero que dio juego, pero que tenía sus teclas que tocar. “Siempre andaba con la cara suelta y esa fue la base de la faena, no dejarle tocar los trastos, y tener seguridad con él”, terminaba. Hubo fuerte petición de rabo. Colombo animó al ganadero a dar la vuelta al ruedo con él, como también la dio el novillo. Además, estuvo soberbio con las banderillas, una suerte en la que además, tuvo un buen susto con el primero.