El delegado de la Junta destaca el potencial turístico que puede aportar a la Sierra Norte la tradición minera de la comarca
Rojo se ha reunido con el alcalde de Hiendelaencina, Mariano Escribano, para analizar proyectos que afectan a la zona
viernes 25 de septiembre de 2015, 13:16h
El delegado de la Junta en Guadalajara, Alberto Rojo, ha destacado el potencial turístico y de dinamización económica que puede aportar a la Sierra Norte de Guadalajara el desarrollo y la divulgación de la tradición minera de la comarca. Así lo ha puesto de manifiesto Rojo en la reunión que ha mantenido con el alcalde de Hiendelaencina, Mariano Escribano, en la que ambos han coincidido en la necesidad “de buscar sinergias y formas de colaboración con distintas entidades para convertir el municipio y la comarca en un centro de referencia para el estudio y el conocimiento de la minería”.
El delegado del Gobierno regional en la provincia ha hecho hincapié en los valores de la Sierra, “una joya natural de gran valor paisajístico con núcleos de población que hay que preservar y potenciar”. En este sentido, Rojo ha incidido en la necesidad de canalizar de manera adecuada el pasado minero de Hiendelaencina, donde continúan existiendo explotaciones que constituyen un importante patrimonio cultural, natural y geológico, no sólo para el municipio sino también para el resto de la comarca. “El turismo es uno de los puntos fuertes de nuestra provincia”, ha afirmado el delegado, al tiempo que ha añadido que “es necesario aprovechar todo el potencial de nuestros pueblos para hacerlos más sostenibles y atractivos y evitar así la despoblación”.
Alberto Rojo ha expresado una vez más el compromiso del Gobierno regional con el mundo rural y ha recordado que “mientras el anterior Ejecutivo intentó clausurar las urgencias de los pueblos y cerró escuelas rurales, el Gobierno de Emiliano García-Page las ha abierto, demostrando que es posible gobernar de otra manera”. El delegado de la Junta ha destacado también la importancia de los alcaldes de municipios pequeños “que, como Mariano Escribano, se dejan la piel por defender sus pueblos y son esenciales para conocer de primera mano lo que ocurre en el territorio y poner en marcha proyectos que mejoren la calidad de vida en el mundo rural”.