Los bebés tienen más riesgo de que su corazón y arterias presenten un tamaño superior al normal lo que provoca trastornos cardiovasculares.
Las ténicas de reproducción asistida son cada vez más empleadas. Un reciente estudio publicado en la revista Circulation afirma que los bebés que nacen mediante reproducción asistida tienen un riesgo mayor de sufrir problemas cardiovasculares como consecuencia de un defecto en el tamaño del corazón, que es más grande, y en las arterias, cuyo diámetro es superior.
Estos cambios pueden provocar problemas como una mayor tensión arterial, que puede desencadenar graves incidentes cardiovasculares con el paso de los años. El estudio ha sido realizado con los hijos de 200 mujeres embarazadas, la mitad gracias a técnicas de reproducción asistida y la otra mitad concebidos de manera natural, hasta que cumplieron seis meses de edad. Como principal conclusión se ha extraído que los bebés gestados mediante TRA mostraban cambios en la morfología vascular y cardiaca con relación a los otros bebés.
Según el autor principal del estudio, Eduard Gratacós, jefe del Servicio de Medicina Maternofetal de los hospitales Clinic y Sant Joan de Déu de Barcelona, comenzó a estudiar estos casos tras leer los resultados de otro estudio publicado en la misma revista en 2012, que afirmaba que diez niños nacidos como consecuencia de técnicas de reproducción asistida tenían hipertensión.
La alta tasa de padres que optan por este método de concepción con una avanzada edad, lo que aumenta el riesgo de problemas de salud. Todo lo anterior se suma a los problemas que derivan de la infertilidad de los progenitores, siendo estos embarazos más complejos, lo que conlleva que estos niños presenten un riesgo adicional que se equipara al de un niño con obesidad o diabetes.
Una dieta que incluya una elevada cantidad de pescado azul, rica en ácidos grasos Omega 3, y grasas vegetales como el aceite de oliva, las anomalías cardiovasculares se pueden revertir. Para detectar las posibles irregularidades en los niños nacidos por técnicas de reproducción asistida, existe una prueba, la ecocardiografía fetal. Gracias a esta tecnología se podrá saber, con hasta un 90% de fiabilidad, cuáles son los bebés que presentarán un corazón y unas arterias de mayor tamaño, según datos del mismo estudio.