La conferencia "Sigüenza en verso en el siglo XVII" ha abierto el IX Ciclo de Conferencias que organizan el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara y la Asociación de Amigos del Archivo Histórico Provincial de Guadalajara en la ciudad del Doncel, en colaboración con el Ayuntamiento de Sigüenza.
El ciclo tiene por objeto incentivar el estudio de la historia de la ciudad, desde el tesoro que encierra su enorme legado documental. En su presentación, la concejala de Cultura, Sonsoles Arcones, agradeció la colaboración y el empeño de la Asociación que lo organiza, personalizándolo en el vínculo personal entre las dos entidades provinciales y el Ayuntamiento que es Amparo Donderis, archivera municipal. Riansares Serrano, directora del Archivo Provincial de Guadalajara, subrayó la apuesta del Ayuntamiento por mantener las conferencias, mientras que fue la archivera municipal quien glosó el inicio del ciclo y presentó al ponente, el doctor en Historia Contemporánea y Presidente de la Asociación, Manuel Martín Galán.
Martín Galán recordó ayer que Sigüenza fue una ciudad que no pasó desapercibida para los literatos del siglo XVII. Su discurso se centró en la poesía de don Jerónimo de Barrionuevo, tesorero de la catedral seguntina y figura clave en el nacimiento del periodismo en España, que dedicó centenares de versos a cantar, a veces en tono meramente descriptivo, otras laudatoriamente, otras de forma desenfadada y aún desgarrada, a la ciudad y su gente.
"Fue Barrionuevo fue un hombre tan interesante como contradictorio", expuso el profesor. Noble, pero segundón, hubo de labrarse su futuro, eligiendo en primer lugar la carrera militar. "Pero en el primer hecho de armas que vivió, mataron a su sobrino y a un hermano, no soportó el horror, y se hizo cura". Vivió en Roma un tiempo, y allí buscó acomodo, negociando entonces con la Curia pontificia la Tesorería de la catedral de Sigüenza. "Ya en la ciudad, nunca le ocultó a nadie que vivía con una mujer, e incluso que tuvo una hija", afirmó el profesor.
Unos años después marchó a Madrid, y desde allí escribió casi semanalmente y durante cinco años al deán de Sigüenza. En sus cartas da cuenta de todas las noticias de las que se entera en el Patio del Alcázar de Madrid. "Entre lo que escribe, incluye informaciones de todo tipo: política internacional, nacional, ciencia, cotilleos y chascarrillos. Por eso, los llamados avisos de Barrionuevo bien pueden ser considerados como uno de los primeros ejemplos de periodismo español", prosiguió.
Cuando Paz y Meliá publicó los avisos, hizo lo mismo con una serie de poesías, algunas sobre Sigüenza, quedándose entonces sin ver la luz varios manuscritos, con 800 poemas más, "algunos de los cuáles también dedicó a la ciudad". Martín Galán, glosó el más largo de todos ellos, de seiscientos versos, en su disertación. "Barrionuevo hace un recorrido por los extramuros de Sigüenza, se fija en las ermitas, en la universidad y en muchos aspectos del centro de la ciudad. Es difícil hallar una ciudad comparable a Sigüenza en tamaño que cuente con tal cantidad de versos, en el que es sin duda un hecho insólito", afirmó Martín Galán.
Para la tarde de hoy queda la segunda conferencia del ciclo, que correrá a cargo de Pedro Simón Carrascoso, que versará sobre las numerosas posibilidades de investigación y de acceso a las fuentes documentales que el Archivo Diocesano ofrece a los amantes de la historia. Entre sus fondos conserva documentos que ofrecen datos de gran interés para los estudios de historia económica, artística, social y cultural, proporcionando abundante información sobre la población, sus costumbres, su religiosidad, así como sobre el desarrollo urbanístico de la ciudad.