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Ayer sábado comenzaba la temporada de música clásica de la ciudad de Sigüenza en 2018. Lo hacía con toda la fuerza musical de la juventud, inspirada por la tradición de tres países. La Asociación Bell´Arte Europa, con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad del Doncel, presentaba en el Auditorio de El Pósito el Concierto de San Valentín, que interpretaron 36 estudiantes de Malta, Serbia y España.
Todos forman parte de un proyecto Erasmus bautizado como 'Cuando las palabras callan, la música habla' que ha unido a alumnos y profesores de la Ghaqda Kazimi tal-Banda de Hamrum (Malta), la Muzicka skola 'Josip Slavenski' de Belgrado (Serbia) y el CPM 'Adolfo Salazar' de Madrid, el único de España que cuenta con una iniciativa de esta naturaleza, según contaban ayer sus responsables. Juntos, habían ensayado previamente, e interpretaron anoche en Sigüenza, música de sus respectivos países en un concierto de cooperación internacional que finalizó nada menos que con 'El Amor Brujo', de Manuel de Falla. “Como ciudad de la música, para el Ayuntamiento de Sigüenza es un placer acoger un proyecto de integración cultural con estudiantes, pleno de energía y de gran calidad musical, como el que hemos disfrutado esta noche”, valoraba ayer Sonsoles Arcones, concejala de Cultura.
Con el concierto, terminaba el quinto encuentro entre los tres centros, en los dos años de bagaje cultural con los que cuenta 'Cuando las palabras callan, la música habla'. “Esperamos poder seguir colaborando, porque la experiencia ha sido maravillosa y enriquecedora para los tres centros desde el punto de vista docente, especialmente para los alumnos que han podido conocer otras culturas, también musicales, algo que de otra manera no hubiera sido posible”, valora Ana Jovanovic, coordinadora de este Erasmus.
Los alumnos han visitado ya Malta y Serbia, y en estos días han conocido España. Además, parte del proyecto es también que, además de interpretar a clásicos inmortales, los alumnos profundicen en la música de raíz de cada país. En el concierto de ayer, dividido en dos partes, todos los estudiantes, en dúos, diferentes formaciones de música de cámara y en disposición de orquesta, interpretaron un programa musical que llevó hasta el Auditorio de El Pósito algunos clásicos de W.A.Mozart, como su Cuarteto 17, Allegro assai, K,458 o de L.V. Beethoven, como su Scottische Lieder Op 156 nº11, para adentrarse a continuación en un repertorio clásico de cada país. Así, sonaron en Sigüenza obras del compositor croata Marko Tajcevic (La danza de los Balcanes), de la serbia Isidora Zebeljan (1967) (Miracle in Shargan), de los malteses Christopher Muscat, Joseph Vella y Charles Camilleri, así como obras anónimas para dúo de trompeta y trombón de raíz popular en la isla.
En la segunda parte del concierto, un tenor y guitarrista interpretaron canciones populares serbias, plenas de ritmos mixtos, muy diferentes a los de la música tradicional occidental. En el final de esta parte del concierto dedicada a la música popular serbia, la orquesta Erasmus prácticamente al completo acompañó al cantante en la interpretación de la canción 'Tamo Daleko'. VER TAMO DALENKO. Para finalizar la actuación, el grupo al completo interpretó una magnífica versión de 'El amor brujo' de Manuel de Falla, dirigida por Miguel Olivares y con la soprano Begoña Gómez como cantante. La obra del músico gaditano fue elegida para representar la música clásica española. VER AMOR BRUJO DE FALLA
Sigüenza impresionó a los estudiantes, “que no se esperaban una ciudad medieval de tanta riqueza cultural”, resumía ayer José Enrique Bouché, profesor del conservatorio y miembro además de Bell´Arte Europa. “Hemos conocido una joya escondida, una grata sorpresa, un sitio excelente para tocar y para intercambios culturales como este Erasmus”, añadía Jovanovic. “Son muchos de los profesores han colaborado, sin todos ellos, el proyecto no hubiera sido posible. Este Erasmus muestra las diferencias, y también acerca las semejanzas, entre la música tradicional de los países, y también entre su cultura en general. La música es un lenguaje universal, común e internacional, que nos une. Por eso estos proyectos son tan interesantes. Seguiremos apostando por ellos”, terminaba ayer la directora del Conservatorio Adolfo Salazar. VER ENTREVISTA.