La élite nacional del goalball se da cita en el David Santamaría de Guadalajara

Los próximos días 7 y 8 de julio se disputará en el Polideportivo "David Santamaría" de Guadalajara, el XXVIII Campeonato de España de Goalball, organizado por la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) y la Delegación Territorial de la ONCE en Castilla la Mancha, a través de su Agencia Administrativa de la capital alcarreña.

Los equipos que han obtenido el derecho a participar son los cuatro primeros clasificados de la liga de 1ª división. En la versión masculina, los madrileños de Chamartín, histórico dominador de esta competición con diez entorchados y tras conseguir su duodécimo título de liga, aspira a conseguir el doblete en esta temporada. No lo tendrá nada fácil frente a Cantabria, que aspira a conseguir su primer gran título después de haber sido subcampeón en las tres últimas ediciones. Los dos debutantes, Sevilla y Goalball.es Madrid Sur, aspiran a dar la sorpresa.

En el apartado femenino, a tenor de la gran igualdad que ha habido este año, no se puede hablar de un favorito claro. Madrid + Ideas logró ganar la liga por primera vez, y aspira a repetir en un torneo en el que sólo ha participado dos veces anteriormente, pero sin subir al podium. IK Gipuzkoa buscará repetir el título de hace dos años, pero Aragón también viene con ganas de volver a ser el equipo dominador de este torneo, del que ya posee nueve títulos. Las madrileñas de Tetuán, no parecen partir con muchas posibilidades, aunque siempre es un equipo que se le atraganta a sus rivales.

En ambas categorías, el formato de competición es similar: El sábado se disputarán las liguillas, dejando las finales para el domingo por la mañana. En total se darán cita cerca de 65 personas, de ellas 40 deportistas.

El Goalball es un deporte paralímpico, creado especialmente para jugadores ciegos. Se basa en el uso del sentido auditivo para detectar la trayectoria de la pelota en juego y requiere que el jugador tenga una gran capacidad de orientación espacial para saber estar situado en cada momento en el lugar preciso, con el objetivo de lanzar la pelota con la mano o interceptarla para impedir que entre en la portería. Dos equipos de tres jugadores cada uno se enfrentan en un rectángulo de 9 por 18 metros, lanzando un balón sonoro que pesa 1,250 kilos.