El plan de control de colonias felinas de Valdeluz y Yebes facilita la esterilización de 20 gatos callejeros

Veinte gatos esterilizados, once machos y nueve hembras, de los que catorce fueron capturados en las calles de Valdeluz y seis en el casco urbano de Yebes, a los que hay que añadir doce felinos entregados en adopción y siete muertos, principalmente, por atropello de vehículos. Unos resultados que incluyen la instalación de diez comederos, seis en Valdeluz y cuatro en Yebes, y la compra de dos jaulas trampa de capturas, una de las cuales fue robada en una de las bandas de captura realizadas en la Avenida María Moliner, así como la adquisición de un lector de microchips.

Es el balance del plan de control de colonias felinas que el Ayuntamiento de Yebes puso en marcha hace ahora un año para atajar y contener la proliferación de individuos de esta especie en las calles del municipio. Que sobreviven en callejones, estacionamientos, garajes, patios, solares y contenedores. “Un problema que ha creado la propia ciudadanía al no tener en cuenta que poseer una mascota es una responsabilidad y por culpa del maltrato y los continuos abandonos”, apunta Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente.

Con los comederos que son controlados por los voluntarios se pretende generar entornos saludables y vigilados. En los cajetines que se rellenan de forma periódica se introduce pienso seco que es inodoro y no se descompone con la humedad. Por ello, el Ayuntamiento de Yebes hace un llamamiento a la ciudadanía para acabar de una vez por todas con la costumbre de darles alimento en la vía pública de forma incontrolada.

“Si se sigue echando de comer a los gatos cuando tienen suficiente comida lo que podemos es generar un problema de salubridad, que es precisamente lo que queremos evitar”, insiste Gaitán. Que invita a todos aquellos que quieran colaborar con este programa a unirse a la nómina de cuidadores, que está formada por veinte vecinos. “Este plan requiere sobre todo constancia, así que la labor de estos voluntarios es determinante para conseguir resultados a medio y largo plazo”, explica.

La estrategia elegida por el Ayuntamiento de Yebes para contener y erradicar este contratiempo se conoce como Procedimiento TER: Trampeo – Esterilización – Retorno. Un método recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para estos casos y el único que se ha demostrado eficaz para controlar el crecimiento de la población de gatos callejeros. Que tiene como objetivo capturar a todos o la mayoría de los individuos de una colonia, esterilizarlos y devolverlos al territorio. “Eso nos permite disponer de un inventario y cálculo de los ejemplares sin necesidad de sacrificarlos para implementar las medidas necesarias”, detalla el concejal de Medio Ambiente. Hoy, la colonia de Valdeluz está formada por unos cuarenta gatos mientras que una veintena sobreviven en el casco urbano de Yebes. “Se trata de poner fin a las molestias que generan en el vecindario, reducir de manera progresiva su capacidad de reproducción y atajar los problemas de higiene y salubridad que provocan”, resume el responsable municipal de este plan.

Esta solución intenta compatibilizar el bienestar de los vecinos que residen en el municipio con la supervivencia de estos gatos callejeros. “Al mismo tiempo que erradicamos poco a poco el problema, promovemos en la ciudadanía una mayor responsabilidad en la tenencia de mascotas y una conducta más cívica en la defensa de estos animales”, valora Vidal Gaitán. Paralelamente a este programa, el Ayuntamiento de Yebes impulsa otra acción de socialización que está encaminada a la adopción, ya sean cachorros, ejemplares jóvenes o adultos sociables, que pueden ser retirados de la colonia y entregados a sus nuevos propietarios. Para facilitar este acogimiento, los vecinos y personas interesadas dispondrán en breve de un perfil en la red social Facebook en el que, periódicamente, se publicarán imágenes de los gatos que son susceptibles de ser apadrinados y desde donde se podrá contactar con el programa.

Tras ser esterilizados, los felinos son identificados con una marca distintiva, se les busca un posible adoptante y, en caso de no lograrlo, son devueltos a su entorno urbano, donde se les proporciona alimento, refugio y seguimiento, tareas que corresponden a los voluntarios. Es así como se puede reconocer con más facilidad a un ejemplar recién llegado o que haya sido abandonado. Un conjunto de actuaciones que permiten el conocimiento in situ y real sobre el estado y mejora de la colonia, el control de la natalidad y la correcta identificación de los miembros.

“Este año esperamos acercarnos al cien por cien de las esterilizaciones, logrando así un descenso gradual de las poblaciones y la reducción drástica de los molestos comportamientos que van asociados a estos gatos callejeros”, advierte Vidal Gaitán, concejal de Medio Ambiente. No obstante, el plan ha sufrido algún que otro revés con el robo de una de las jaulas, los daños ocasionados en otro de los dispositivos de captura o los destrozos provocados en algún comedero.