Pacientes de la Unidad de Daño Cerebral del Instituto de Enfermedades Neurológicas (IEN) han participado en una actividad de carácter físico-deportivo de la que también han formado parte terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas y auxiliares del centro. En concreto, se ha celebrado un partido de baloncesto como complemento a la terapia que se realiza en el IEN y que pretende la mejora de las capacidades de las personas con daño cerebral sobrevenido, tanto a nivel motor como cognitivo, conductual y emocional.
Como explica la especialista en Medicina Física y Rehabilitación, Cristina Varela, entre los beneficios que aporta este tipo de actividades destacan el desarrollo o potenciación de las capacidades motoras o sensoriales, la mejora de la percepción del esquema corporal, la coordinación, la estructuración espacial y temporal, el equilibrio o la mejora de la resistencia, fuerza, velocidad, flexibilidad o agilidad, entre otras.
Además, estas iniciativas aportan beneficios en el ámbito conductual y emocional. Destacan la mejora de la autoestima y el autoconcepto, el conocimiento de las posibilidades y límites personales. Contribuyen, igualmente, a mejorar la capacidad de atención, la memoria y la concentración, así como a disminuir los efectos de la depresión.
Parte de la terapia tenía que ver con la asignación de tareas a los pacientes de modo que éstos eran los encargados de preparar cartelería para dar a conocer la actividad entre el personal y reclutar candidatos para formar los equipos, además de designarse un árbitro para velar por el normal desarrollo del encuentro y el cumplimiento de las normas.
Los pacientes que por sus limitaciones físicas no podían formar parte activa del encuentro, se han ocupado de las tareas de avituallamiento, de animar a los equipos o de sugerir indicaciones para mejorar la estrategia durante el juego.
La actividad ha resultado, señala la doctora Varela, “muy gratificante” para todos los participantes y se le pretende dar continuidad dados los beneficios físicos y emocionales que aporta, además de contribuir a la integración y promover la convivencia de los pacientes con daño cerebral sobrevenido.