La ciencia ficción no era tan ficticia como podía parecer viendo Star Trek y muchos de los aparatos que parecían imposibles ya están al alcance de todos.
“Wearable technology” es, literalmente, tecnología vestible o ponible, es decir, algo que puede ser desde un simple reloj de toda la vida a unas gafas de realidad virtual. Hay camisetas que controlan el calor corporal, gafas que permiten visualizar la pantalla del móvil como si la humanidad se hubiera transformado en pequeños aprendices de Terminator o diademas que miden las ondas cerebrales para ayudar a la concentración y rebajar los niveles de estrés. Pero ahora mismo, cuando se habla de wearables, lo que a todo el mundo le viene a la cabeza son
los relojes inteligentes y las pulseras deportivas.
En un momento en el que, debido a los smartphones, llevar un reloj de pulsera ya era un mero adorno nostálgico, el reloj se reinventa y todo el mundo quiere hacerse con uno. Según datos que maneja la empresa líder en venta de electrodomésticos online
www.puntronic.com un 27 % de los españoles ya tiene una pulsera deportiva por un 21 % que poseen un reloj inteligente. Además, ha sido uno de los productos más demandados estas Navidades con un
aumento de sus ventas con respecto al año pasado de un 20 %.
¿Y qué ha cambiado? Pues todo, salvo que también dan la hora. Los
nuevos relojes wearables tienen tantas
aplicaciones que el hecho de que midan el tiempo ya es lo de menos. Como pueden sincronizarse con un smartphone, cualquier
aplicación sobre dieta o ejercicio puede darle al reloj indicaciones sobre el entrenamiento que seguir por el usuario o el número de calorías que ingiere y quema. Ahora, las pulseras y relojes inteligentes
miden las fases del sueño, el ritmo cardiaco, cuentan los pasos, informan sobre el ciclo menstrual de las mujeres e incluso ayudan a las embarazadas a prevenir la preeclampsia. Un reloj que puede
localizar a personas extraviadas o avisar a una ambulancia si detecta un paro cardíaco. Es normal que todo el mundo quiera uno.
Puntronic.com ha hecho un estudio sobre los wereables y estas son algunas de las conclusiones:
- Su
compra se concentra en los meses de noviembre (16 %) debido en gran medida al Black Friday y en
diciembre (15,7 %) y
enero (10,9 %) con motivo de los regalos de Navidad y Reyes, su venta vuelve a concentrarse en
julio (12,4 %) mes en el que muchos españoles realizan ejercicio y actividades al aire libre.
- Las
pulseras representan el 61 % de los wearables vendidos frente al
39 % de los relojes deportivos. Su compra es
mayoritariamente masculina (59 %) y la
edad media para adquirir uno es de
25 años.
- Las Comunidades Autónomas donde se registran más ventas son
Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid y Andalucía. El
precio medio gastado por cliente es de son
38 euros.
- El
89 % de los usuarios que lo compraron
practican algún tipo de actividad deportiva.
El complemento perfecto para hacer deporte
Para los
aficionados al ciclismo o al running, tener una pulsera inteligente o un smartwatch (si cuentan con opciones de compatibilidad o conexión con un smartphone) es totalmente imprescindible. Entre las distintas prestaciones que ofrecen están:
conectividad 3G, localización por GPS que informa sobre la topografía y navegación giro a giro en rutas específicas,
pulsómetro que monitoriza de forma continua cómo varía el ritmo cardiaco en distintos terrenos,
podómetro,
visualización de llamadas y mensajes,
control de la música, sincronización con un smartphone para visualizar las
estadísticas del rendimiento.
Para los que practican
deportes acuáticos, los wearables pueden ir desde el clásico reloj sumergible a los especializados en natación en piscina o mar abierto que
analizan el número y tipo de brazada y la
distancia cubierta, además de controlar los parámetros fisiológicos básicos de
ritmo cardiaco, presión arterial, control del sueño, alimentación, etc.
Los aficionados al
buceo también cuentan con wearables que, además de la medición de los parámetros fisiológicos ya mencionados y de
soportar cinco atmósferas de presión, indicarán también la
profundidad y el tiempo de la inmersión, harán un análisis segundo a segundo del
nivel de nitrógeno acumulado en función de la profundidad y tiempo reales para que, no solo se evite cualquier riesgo de enfermedad descompresiva al subir a superficie, sino que además se pueda alargar el tiempo de inmersión con respecto a las tablas de descompresión clásicas al entender que el buceo siempre es multinivel y avisar de las paradas que fuesen necesarias para liberar el nitrógeno acumulado.
Cuidar mejor la salud gracias a la tecnología
Nada es más importante que
estar sano y los wearables ayudan a conseguirlo. Sin necesidad de ser un aficionado a deportes extremos, estos complementos inteligentes van a
medir los pasos y la distancia recorrida, el tiempo de reposo, las calorías que se queman durante la actividad física, el ritmo cardíaco y la tensión arterial, las horas de sueño y cada una de sus fases para conocer si se hace un descanso efectivo, la alimentación, e incluso pueden sincronizarse con ciertas básculas para llevar un control del peso.
Sobra decir lo útil que resulta para
personas mayores con problemas de memoria o demencia o para las
personas con algún tipo de vulnerabilidad física o psíquica el llevar un dispositivo como estos que tienen tecnología GPS integrada.
Aunque las pulseras y los relojes inteligentes tengan un público mayoritariamente aficionado al deporte
la comunidad médica ve en ellos un importante aliado para la prevención, el tratamiento y la monitorización de enfermos, al tener la capacidad de almacenar y compartir datos biomédicos de manera constante que son tremendamente valiosos para hacer mejores diagnósticos o prevenir problemas. Además, los wearables podrían suponer un aumento de la esperanza de vida media al poder monitorear la salud y hábitos de cada persona en tiempo real.
Rosa Alsina, responsable de Puntronic.com, ha dicho: “Cada vez más españoles tienen una pulsera y/o un reloj inteligente, y eso significa que cada vez más personas se preocupan por su salud y deciden hacer ejercicio ya que el uso de estos dispositivos tiene un público mayoritariamente aficionado al deporte, aunque poco a poco esta tecnología se va abriendo a otros usos y a otros usuarios y la comunidad médica ve en ellos un auténtico filón para la prevención, tratamiento y monitorización de enfermos”.