Por el derecho a una vivienda digna
lunes 28 de septiembre de 2020, 12:10h
Desde la Vicaria de Pastoral Social de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara queremos poner de manifiesto la sangrante dificultad al acceso o la permanencia en la vivienda de las personas en situación de exclusión social en la provincia de Guadalajara, incrementándose en el caso de ser mujer y con hijos.
Esta situación que ya se venía dando, se ha incrementado exponencialmente con la crisis ocasionada por el covid 19, que ha puesto de manifiesto la ruptura con el estado de bienestar y con la que ha aumentado de manera notoria la necesidad de vivienda.
En concreto las personas en riesgo de exclusión social, inmigrantes, refugiados, desempleados, personas en situación de empleo temporal, personas sin hogar, familias monoparentales, drogodependientes etc… tienen una especial dificultad a la hora de acceder a una vivienda digna debido a las condiciones impuestas por los propietarios e inmobiliarias.
Dichas dificultades se refieren en particular a la exigencia de un contrato de trabajo indefinido, cantidades exorbitadas de fianza, que en algunas ocasiones son de tres a cinco meses del importe del alquiler, la negativa para la atención a personas extrajeras con dificultades económicas y los altos precios de alquiler.
Ante todo esto, nos hacemos eco de las palabras del Papa Francisco que dice “Sólo con la colaboración de todos es posible encarar la crisis”, e interpelados por estas palabras hacemos un llamamiento a toda la sociedad alcarreña, para que reconozcan el derecho de todas las personas, independiente de su situación social, a una vivienda digna.
A las administraciones públicas pedimos que:
Trabajen para hacer posible el acceso a todas las personas, independientemente de su situación social, a una vivienda digna.
Que se establezca una regulación sobre los precios de alquiler de la vivienda, como se está haciendo en otras comunidades.
Aumente el parque de vivienda pública, y trabaje para sacar a disposición toda la disponible.
Ofrecer apoyo económico a aquellas personas que con dificultades económicas, o sociales carezcan de los recursos suficientes para poder acceder a una vivienda digna.
A las inmobiliarias que no dificulten con exigencias añadidas, o con una actitud xenófoba, el acceso a la vivienda a personas en riesgo de exclusión, por el contrario que se lo faciliten, trabajando en colaboración con las administraciones publicas y las organizaciones sociales.
A los ciudadanos en general que no tengan reparo en alquilar sus viviendas a personas extranjeras o riesgo de exclusión, y por el contrario les ofrezcan sus casas en alquiler para que puedan vivir dignamente.
A la diócesis y parroquias en general, que sigan poniendo a disposición sus estructuras y sus recursos humanos a favor de las personas más golpeadas por esta crisis.
Apelamos a la solidaridad de nuestra sociedad, para que en esta situación de crisis apoye a los más vulnerables, recordando, como nos dice el papa Francisco que “la pandemia nos ha recordado que todos estamos en el mismo barco”.
Fdo.: Equipo Vicaría Episcopal de Pastoral Social