Los ediles del grupo municipal de Izquierda Unida en el Ayuntamiento de Azuqueca de Henares critican que se haya aprobado el II Plan de Igualdad en el que no han participado ningún agente social ni político
Un Plan Local de Igualdad es una herramienta de trabajo que pretende conseguir cambios para lograrla en una realidad repleta de desigualdades. Para ello, es necesario analizar la situación en esa localidad concreta y, en un segundo momento, a diagnosticar, para poder identificar esas posibles necesidades, problema, centros de interés y oportunidades de mejora. Un trabajo de tal envergadura y con un objetivo claro no puede realizarse de cualquier modo porque de su rigor depende el éxito o el fracaso del esos fines. Así de tajante se ha mostrado la portavoz del grupo, María José Pérez Salazar.
Además, la institución que lo pone en marcha tiene que saber y aceptar que la metodología que va a utilizar genera expectativas entre las personas que participan en el proceso y que, al comenzar el diagnóstico, contraen la responsabilidad de pasar a la acción en el futuro. Sin embargo, para el grupo de José Luis Blanco esto no es así puesto que en ningún momento se ha contado con la participación social para la elaboración de este Plan.
Según ha proseguido Pérez, lo que presentó la señora Agudo, Concejala de Igualdad de oportunidades, en el pasado Pleno, no era otro que el mismo documento que presentaron en el año 2017 por el que pagaron 12.000 euros y que guardaron en un cajón porque la oposición se negó a la aprobación de un documento que no era más que un copia y pega del de otros Ayuntamientos y no partía de un diagnóstico de la realidad azudense. Por aquel entonces no lo podía aprobar porque no contaba con la mayoría del Pleno, por eso razón nunca lo presentaron.
Edgar Fernández San José, edil también de la formación, ha señalado que si la participación ciudadana es importante para que los vecinos y vecinas puedan colaborar con la Administración en algunas tomas de decisiones, lo es mucho más en un asunto tan complejo y a la vez tan necesario como es la elaboración de un Plan Local de Igualdad. Sin embargo, tenemos a un Equipo de Gobierno que prefiere no contar con los colectivos que trabajan a diario para lograr esa igualdad real entre hombres y mujeres y que podrían enriquecer y mejorar ese proyecto, porque entiende que su mayoría absoluta les otorga el derecho a comportarse así.
Para Milagros Ruiz-Roso, caminar hacia la igualdad real y efectiva debe ser una tarea conjunta en la que no sobran manos. Ruiz-Roso ha insistido en que hay realidades que no se deben obviar. La quiebra económica y personal que, en las trabajadoras produce la brecha salarial, hace que las mujeres regalemos 51 días de trabajo por año. Para que se entienda, desde hoy, 11 de noviembre hasta el 31 de diciembre, nosotras trabajaremos gratis. Esa es parte de la brecha de género en el trabajo.
Ha recordado al Gobierno de Blanco que es nuestra tarea impulsar la implementación de las medidas que, desde el Ejecutivo Central, se han aprobado recientemente para atajar esta profunda injusticia. Por ello, entiende que esta Administración local ya debería estar estudiando los reglamentos sobre las auditorías salariales para recoger todas estas realidades en el Plan Local de Igualdad, que desgraciadamente no recoge.
Los ediles de la formación de izquierdas han finalizado insistiendo en que el Plan resultante tiene que tener en cuenta los cambios de la realidad. Por tanto, en él se ha de prever cómo el propio diagnóstico será actualizado (con qué técnicas, quién lo hará, cómo se sistematizará la nueva información) de forma permanente. Ningún plan y menos aún uno con el que se pretende conseguir la igualdad real entre hombres y mujeres, debería ser algo con el que adornar una estantería, aunque por desgracia, esa parece que ha sido la pretensión de la señora Agudo. Es necesario identificar necesidades, problemas, centros de interés y oportunidades de mejora y eso sólo se logra trabajando de manera conjunta, con la ciudadanía, con el personal técnico, político y con los agentes sociales y no como lo ha hecho el Gobierno de Blanco.