Soriano ha criticado la “dejadez” e “inoperancia”, del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Albacete, a la hora de gestionar las consecuencias de la pandemia en la ciudad. “Es necesario un rescate de emergencia con propuestas serias y que alivien la asfixia económica de los miles de ciudadanos, autónomos y Pymes que se están viendo damnificados por la pandemia de la COVID-19”, ha asegurado.
El presidente de CONTIGO Albacete ha especificado que las medidas serían necesarias para los trabajadores afectados por un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) durante un periodo de más de 6 meses y para los que hayan perdido su puesto de trabajo; para los autónomos con ausencia de actividad de más de tres meses o una caída de ingresos del 50%; y para las Pymes con una caída de ingresos del 50% de facturación. “Estas medidas se aplicarían durante el periodo 2020/2021”, ha dicho Soriano.
La bajada de impuestos para estos colectivos que justifiquen todos estos requisitos sería la siguiente:
- De un 75% de bajada en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI).
- De un 75% de bajada en Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
- De un 50% de bajada en el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM).
- De un 50% de bajada en el Impuesto sobre las Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).
- De un 50% de bajada en Tasas y precios públicos.
El presidente de CONTIGO Albacete ha recordado a Vicente Casañ, alcalde de la ciudad, y Emilio Sáez, vicealcalde, que “no han hecho ningún recorte de gasto público como disminuir sus sueldos y los de sus concejales, ni han eliminado puestos de asesores de sus grupos municipales”.
Soriano ha considerado “indignante” que “los albaceteños damnificados por la pandemia estén sufriendo económicamente, y en muchos casos sin que puedan llegar a fin de mes, mientras que los políticos del Ayuntamiento de Albacete viven en un mundo paralelo”.
“Mientras la cigarra canta, la hormiga acarrea y guarda”. Este refrán, ha explicado Soriano, refleja a los políticos convertidos en cigarras despreocupadas, sin empatía, perezosas y negligentes, mientras que los ciudadanos son “hormigas” que trabajan y cumplen con sus obligaciones siendo parasitados por las cigarras “políticos”.