Emilio Villalba (viola medieval, zanfona, arpa, laúd, santur, rabab y vihuela) y Sara Marina (panderos, dumbek, adufe, darbouka y riq) propusieron a 120 espectadores un viaje musical por el Medievo en la Iglesia de Santiago de Sigüenza. Lo comenzaron con la lectura de un fragmento de la novela caballeresca Amadís de Gaula. El dúo llama a su recital El doncel del mar, título homónimo al de su último trabajo discográfico, que repasan en directo, añadiéndole además del valor inmenso de la música en vivo y una explicación pedagógica sobre lugares, personajes y músicas.
Para mostrar a la audiencia mundos perdidos y lugares exóticos, los intérpretes "dos enamorados de la música antigua", como ellos mismos se definieron, utilizaron más de quince instrumentos distintos, que quedaron expuestos en el mismo presbiterio en el que tocaron. Al finalizar el concierto fueron muchos los curiosos que se acercaron a preguntar por ellos. Ambos respondieron cuantas preguntas les fueron formuladas.
El dúo interpretó música atribuida al maestro Ziryab, el más famoso músico de Al-Andalus, recordaron con dos temas las maravillas de la ciudad de Medina Azahara, en la época del califato de Córdoba y cómo Abderramán III, según cuenta la leyenda, cubrió la sierra de Córdoba de almendros en flor, como regalo a su esposa favorita, Al-Zahrá, para que recordara la nieve de su lugar de origen. En medio de su viaje sonó una danza celta, homenajeando a los peregrinos que acuden de todas partes a Santiago de Compostela, y una danza macabra que aludió a las malignas epidemias de peste. Danzas medievales, en las que los músicos pidieron la participación del público para llevar el compás, o un recuerdo a una cantiga compuesta por Alfonso X el Sabio, completaron un concierto lleno de magia, en un lugar lleno de magia.
"Las iglesias y los castillos medievales han quedado. Aún pueden hablar por sí mismos, y aún lo podrán hacer mejor con iniciativas como la que protagoniza la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago para terminar de restaurar este lugar. A la música, en cambio, no le ocurre lo mismo, por eso nos empeñamos en recuperar este patrimonio, y a eso nos dedicamos", dijo Villalba en la presentación del concierto.
Poco antes, la presidenta de la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago (AAISS), Elena Guijarro, fue la encargada de explicar al público el proyecto de restauración del monumento, y de comentar los próximos pasos que se llevarán a cabo en el propósito de convertir el monumento en un Centro de Interpretación del Románico provincial, que será el solado del presbiterio. Naturalmente, Guijarro dio las gracias al dúo por su ofrecimiento para tocar en la Iglesia y por su contribución al proyecto.