Tres años después, vuelve a sonar el chupinazo de San Roque
La alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, y la reina juvenil de las fiestas, Irene Bodega, prendían la mecha del cohete anunciador, que estallaba, bien alto, sobre la Plaza Mayor de la ciudad del Doncel, dando paso a la alegría de la fiesta
sábado 13 de agosto de 2022, 10:34h
Al filo de las ocho de la tarde del viernes, la Policía Local de Sigüenza y la Guardia Civil desviaban el tráfico de la seguntina Avenida de Madrid. Iba a comenzar el desfile de peñas. La temperatura, que en Sigüenza siempre tiene varios grados menos que en el Corredor del Henares, daba al menos un respiro en estos días de ola de calor, y las peñas comenzaban a ordenarse en el paseo para, en divertida comparsa, desfilar y mostrar sus atuendos, siempre originales.
Con casi un kilómetro de longitud, y este año, multitudinario después de que el último desfile tuviera lugar en 2019, se sucedía el paso de las carrozas, siempre precedidas por la de la reina juvenil, Irene Bodega, reina infantil, Blanca Palacios, y rey infantil, Miguel Loranca, y sus respectivas damas de honor.
Y, mientras las piedras del Castillo iban cambiando el color amarillo intenso a dorado a medida que caía la tarde, las carrozas y las peñas se acercaban a la Plaza Mayor, primero por la calle de Hilario Yaben, y después por la de Cardenal Mendoza. Cada una llevaba su música y sus disfraces, elegantes, socarrones, divertidos, atrevidos o todo al mismo tiempo. El buen ambiente se palpaba entre todas y en cada una de ellas, prolongación de lo que se lleva vivido hasta ahora de las fiestas de San Roque, y de la cena de hermandad de peñas, que tenía lugar el jueves, con menú de paella, y más de seiscientos comensales.
En total, este año hay 33 peñas. Las de Sigüenza son de las más antiguas, o las más antiguas, de la provincia. Este año una, Los Pepinillos, cumple 50 años. Pero hay otras, como el Tropezón, el Mendrugo y la Rampa, que ya los tienen. También El Puntazo, está a punto de cumplir medio siglo de vida.
Muy despacio, flanqueados por voluntarios de Cruz Roja y Protección Civil de Sigüenza, por la policía local, y voluntarios de la comisión, la comitiva llegaba a la Plaza Mayor. Desde la gran terraza del Ayuntamiento, reina, rey, reina infantil y damas esperaron pacientemente a que la Plaza Mayor se colmase con la alegría de las peñas, de tal manera que a eso de las diez de la noche, más de 2.500 personas esperaban, ansiosas, el sonido del chupinazo.
Le correspondía a la alcaldesa de Sigüenza prologar el momento. María Jesús Merino se congratulaba de que por fin, después de la pandemia, Sigüenza pueda celebrar sus fiestas de San Roque. Pidió a los seguntinos que las disfruten desde el respeto a los demás y la moderación, antes de dar los correspondientes vivas a San Roque, a la Virgen de la Mayor, a las reinas y rey, y a las damas, a las peñas y Sigüenza. José María Sánchez, en representación de la peña El Tinte, que en 2022 cumple 30 años, y Beatriz Guiral, que hizo lo propio con la suya, La Rampa, dijeron también unas palabras antes de que reina juvenil y reina y rey infantiles diesen sus vivas y deseasen unas felices fiestas a una Plaza Mayor llena de público disfrutando.
Llegaba entonces el momento esperado. La reina juvenil, Irene Bodega, junto a la alcaldesa de Sigüenza, María Jesús Merino, prendían la mecha, y el cohete se elevaba sobre la noche seguntina anunciado que Sigüenza está de fiesta.
Poco después, al filo de las once de la noche, quedaba instalado el Punto Violeta, en la puerta central del Parque de La Alameda, con la finalidad de concienciar, prevenir y disfrutar las fiestas de San Roque desde el respeto hacia las mujeres.
Este Punto va a estar atendido, los días 13 y 14 de agosto, de 12 de la noche a 3 de la madrugada, por profesionales para sensibilizar al público y atender, informar y ayudar a víctimas de cualquier tipo de agresión sexista. La instalación estar ubicada en la puerta central de La Alameda.