La zarzuela se abre hueco en Festival de Almagro y se reivindica como patrimonio hispano
lunes 24 de julio de 2023, 20:30h
El Museo Nacional del Teatro, ubicado en la localidad de Almagro, acoge dentro de la programación de su Festival de Teatro Clásico y en colaboración con el INAEM la exposición 'La Zarzuela. Patrimonio de la Hispanidad. Crónica cantada de nuestra vida', muestra que se nutre de diferentes fondos, especialmente de los custodiados en el Museo Nacional del Teatro de Almagro, y comisariada por el especialista Emilio Casares, musicólogo y catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid.
Según ha dicho, su pretensión en la exposición ha sido "contar la historia de la zarzuela desde el Barroco, desde el nacimiento" y reflejar que el género no es exclusivo de España, sino que tuvo importancia en Hispanoamérica, con una destacada presencia en países como Uruguay, México, Cuba y otras zonas otras del Caribe, ha informado el Festival en nota de prensa.
Ese remontarse a los orígenes depara la primera curiosidad reflejada en la exposición, y es que el género toma su nombre del Palacio de la Zarzuela, donde se construyó un teatrillo para entretener y apartar de otras aficiones más mundanas a Fernando, hermano de Felipe IV. A su vez, el palacio se denominó así por su ubicación en un paraje poblado de zarzas.
El recorrido expositivo se inicia con un prólogo en el corredor del patio del Museo Nacional del Teatro, donde ya se plasma la importancia de estos espectáculos que Calderón de la Barca definió como una "fábula pequeña donde se canta y se representa".
Una galería de sus artífices abre esta primera parada, que recuerda los principales nombres de entre los 1.400 músicos y 1.600 libretistas que han creado zarzuelas en España.
Siguiendo el hilo histórico, y una vez que la zarzuela pasa al pueblo y a los corrales de comedias, comienza a narrar temas mundanos, según explica el comisario.
Así se entra en un segundo capítulo en el que se refleja la irrupción, en torno a 1840, de la zarzuela restaurada.
El género chico, que nace con Alfonso XII, hacia 1875, tiene su propio espacio en el relato expositivo como variedad que marca la "explosión".
Estas "zarzuelitas en un solo acto, pero a veces geniales", entre ellas La Revoltosa, La Gran Vía o La boda de Luis Alonso, fueron "joyas, que admiraron intelectuales españoles y europeos", como demuestran textos de Marañón, Valera, Rubén Darío y otros autores, de quienes pueden leerse sus valoraciones a lo largo de la exposición.