El Ayuntamiento de Guadalajara ilumina su fachada con los colores del arcoíris por el día del Orgullo LGTBI
“Guadalajara es una ciudad libre, tolerante y respetuosa, donde cada uno puede ser uno mismo y puede ser lo que quiera, porque de eso se trata, es una cuestión de respeto. Creemos firmemente en la igualdad y en el respeto de todas las personas, independientemente de cuál sea su orientación sexual”
sábado 29 de junio de 2024, 13:03h
La fachada del Ayuntamiento de Guadalajara se iluminada anoche por primera vez con los colores de la bandera arcoíris conmemorando el Día del Orgullo LGTBI que se celebra el 28 de junio,
“Guadalajara es una ciudad libre, tolerante y respetuosa, donde cada uno puede ser uno mismo y puede ser lo que quiera, porque de eso se trata, es una cuestión de respeto. Creemos firmemente en la igualdad y en el respeto de todas las personas, independientemente de cuál sea su orientación sexual”, ha declarado la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, recordando en el Pleno el gesto de la iluminación de la fachada.
“Tenemos un compromiso con la igualdad, la diversidad y los derechos humanos y tenemos el compromiso de trabajar y seguir trabajando en el futuro, para que todas las personas independientemente de cual sea su orientación sexual o su sexo, puedan vivir en libertad y con respeto y con algo tan importante como es la dignidad de todo ser humano”, ha señalado la alcaldesa.
La iluminación de la fachada con los colores LGTBI era un compromiso anunciado por el Ayuntamiento de Guadalajara dentro de las actividades desarrolladas en la Semana del Orgullo, en la que también se promovió por primera vez un concurso de carteles, cuya muestra puede visitarse hasta el 7 de julio en la segunda planta del Mercado de Aabastos de Guadalajara. Con más de 40 obras participantes.
Como acto central de esta conmemoración en la tarde del jueves el teatro Buero Vallejo acogió la representación del espectáculo musical “Yo soy el que soy” del violinistas Aaron Lee, contando con la presencia de más de 500 personas.
La obra narra en primera persona el viaje de superación y tolerancia, de búsqueda de la libertad, la identidad y la aceptación de su protagonista, al que interpreta el propio Aaron Lee, violinista madrileño de origen coreano, que tuvo que huir después de que sus padres se enterasen de que era homosexual.
Todo un referente del colectivo LGTBI, pues Aornon Lee sufrió maltrato por parte de su padre, quien también lo secuestró en una isla desierta al enterarse de su orientación sexual.