La Guardia Civil de Albacete rescata a una persona que sufrió una caída mientras hacía senderismo en Bogarra

En el teléfono de urgencias 062, que atienden los operadores del Centro Operativo Complejo (COC) de la Guardia Civil de Albacete, se recibió una llamada telefónica alertando de la caída de una persona mientras realizaba una conocida ruta turística en la localidad albaceteña de Bogarra, trasladando a la patrulla de servicio más próxima a esa zona, según ha informado la Guardia Civil por nota de prensa.

Una vez en el lugar, los agentes del Cuerpo observaron a una mujer tendida en el suelo que se había caído desde la cornisa de la conocida cueva de la Mora, sufriendo en esa caída la fractura de una pierna, quedando en un lugar de difícil acceso, al cual solo se podía acceder tras atravesar el río Bogarra.

Tras practicar los primeros auxilios por los servicios sanitarios, la víctima fue trasladada en una camilla, por los efectivos de los servicios de emergencia que habían sido alertados, hasta el lugar donde se encontraba la ambulancia.

Este camino resultó especialmente dificultoso por la orografía de la zona, donde tuvieron que salvar, además de un considerable desnivel, una serie de sendas, caminos y elementos naturales, teniendo incluso que improvisar pequeños puentes, con tablones de madera, para atravesar el río Bogarra en varios tramos.

Una vez en el lugar donde aguardaba la ambulancia, los servicios sanitarios del Sescam pudieron estabilizar a la accidentada y trasladarla para su correspondiente exploración y tratamiento médico al Hospital General Universitario de Albacete.

RUTA DE LAS ESCULTURAS DE BOGARRA
La ruta de las esculturas es un recorrido de 6,5 kilómetros de longitud que une cultura y naturaleza. Esta ruta se inicia en el Puente de los Carrizales, en la propia localidad y transcurre por hermosos parajes como el Batán de Bogarra, la Ruta de las Cascadas o la Cueva de la Mora.

Durante su recorrido se pueden observar casi un centenar de esculturas que han sido realizadas sobre piedra, de forma desinteresada, por escultores de todo el país, que se dan cita cada año el primer fin de semana de mayo para ampliar el catálogo de esta emblemática ruta.

Aunque casi todo su recorrido es accesible para cualquier persona, hay algún tramo, que requiere estar en buenas condiciones físicas y llevar ropa y calzado adecuado.