Engonga lamenta que los bomberos recurran "a la alarma social para seguir adelante con su reivindicación económica"

A tenor de la denuncia realizada hoy por algunos miembros del servicio de extinción de incendios de Guadalajara, el concejal de Seguridad, Armengol Engonga, señala que los datos aportados no se corresponden con la realidad.

Consultados los servicios técnicos municipales, se constata que la mayoría de los hidrantes de la ciudad se encuentran en buen estado e, incluso, han sido renovados los de numerosas calles desde 2009. Concretamente, se han renovado los ubicados en las calles situadas en el centro histórico, polígono del Balconcillo (se instalaron once hidrantes en 2011), Manantiales, Avenida del Ejército, Avenida Pedro Sanz Vázquez, calle Méjico, calle Constitución, calle Cifuentes, General Medrano de Miguel, el Fuerte, Los Valles, Sp03-La Muñeca, SP04-Las Cañas, SP05 y SNP-Remate de las Cañas.

Los hidrantes instalados se ajustan a la normativa vigente: UNE-EN14339 Y UNE-EN14384. También se ajustan a la normativa técnica de prevención número 42.
Por otro lado, en la mayor parte de la superficie de Guadalajara los hidrantes cada 200 metros y bocas de riego distribuidas por toda la ciudad. Esto afecta también a los centros docentes de la ciudad, que en algunos casos tienen en sus inmediaciones más de uno, como el colegio Alcarria.

Dichos hidrantes se revisan de forma periódica, tanto por los propios bomberos, como por la empresa Guadalagua, y de dichas revisiones existen los correspondientes partes. Cabe destacar que la revisión de hidrantes es una de las tareas habituales del servicio de extinción de incendios.
El concejal de Seguridad, Armengol Engonga, señala que la denuncia realizada hoy forma parte del calendario de acciones reivindicativas iniciadas por algunos bomberos cuyo fin es únicamente económico. Piden un incremento salarial mensual de 400 euros, inviable por motivos legales.

Lamenta, además, que para avanzar en esas reivindicaciones recurran a la alarma social. “Es lamentable que estén alarmando innecesariamente a la población, mucha de la cual desconoce que detrás de todo se encuentra un conflicto laboral”.

El Ayuntamiento está estudiando adoptar medidas disciplinarias por estas conductas y aplicar las sanciones que contempla el apartado 2, del artículo 138 de la Ley 4/2011 de Empleo Público de Castilla-La Mancha, por “no guardar el debido sigilo respecto a los asuntos que se conozcan por razón de cargo”. Esto constituye una “falta disciplinaria grave que puede ser sancionada”.