Se trata de la adaptación de la seguridad nuclear a las nuevas amenazas, como el terrorismo yihadista mediante la prevención, neutralización y respuesta ante supuestos de ataque o intrusión
"La escolta y seguridad por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a altos cargos públicos se mantiene unos seis meses después de que estos abandonen su puesto, prolongándose en algunos casos hasta un año y medio"